Nota de prensa

El valor de la condición de madre

La maternidad importa. De hecho, pocas cosas en la vida importan más

En una de sus obras, el escritor francés Víctor Hugo cuenta de un pequeño grupo de soldados que se encontró con una mujer hambrienta y sus hijos en una arboleda. Lleno de compasión, el sargento le dio un trozo de pan de su propia ración.

La mujer tomó el pan, lo partió en dos, y se lo dio a sus niños.

“No ha guardado nada para ella”, dijo el sargento.

“Quizá porque no tiene hambre”, dijo uno de los soldados.

“No, porque es una madre”, respondió el sargento”.

Hoy, y todo otro día del año, honramos a las madres. Honramos su amor abnegado y sus sacrificios. Al mismo tiempo, reconocemos que a muchas de ellas les preocupa no haber hecho todo cuanto hubieran podido y debido hacer. El líder religioso Jeffrey Holland dijo lo siguiente a tales madres: “Si hacen todo lo que esté a su alcance, habrán hecho todo lo que es humanamente posible y todo lo que Dios espera que hagan”.

Tal vez no lleguemos a valorar plenamente lo que nuestras madres han hecho por nosotros, pero sí podemos asegurarnos de que su obra de amor no pase desapercibida. Por la forma como vivimos, llegamos a declarar que la influencia de una madre en sus hijos es incalculable, aun cuando no sea realmente valorada hasta un día futuro.

Estoy muy agradecido por mi madre. Aunque no era perfecta, era comprensiva y muy sabia. Me siento bendecido por ser su hijo. Quizá no lo comprendí en su momento, pero ahora veo que su amor y su apoyo me ayudaron a ser la persona que soy hoy”.

“A decir verdad, es agotador. Ciertos días son más difíciles que otros, pero uno hace lo que puede, y al día siguiente, lo vuelve a hacer, porque sentimos cuán importante es. Lo que me ayuda a seguir adelante es el amor que siento por mi familia”.

“Aprendí como madre y ahora como abuela a ver el panorama completo de las cosas. A veces nos centramos tanto en nosotros que nuestros hijos pasan desapercibidos”.

La Madre Teresa fue la fundadora de la orden de las Misioneras de la Caridad, dedicada a ayudar a los más pobres de entre los pobres. Conocida y venerada en el mundo entero por su compasión e inigualable caridad, recibió numerosos honores, incluyendo el Premio Nobel de la paz y el título de santa en la Iglesia católica. Pero pese a no haber tenido hijos propios, el título por el cual es más reconocida es el de “Madre”.

Como muy pocas otras cosas en la vida, la condición de madre tiene gran valor. De todas las grandes causas del mundo, y de entre todo cuanto hagamos para tratar de que este sea un mundo mejor, nada tiene mayor poder y potencial que la influencia de una madre en un niño. Así que hoy y todos los días del año, honramos y celebramos, recordamos y agradecemos a las madres.

“Amo mucho a mi mamá. Cuando sea grande quiero ser tan buena, lista y amorosa como ella”.

“No tengo palabras para expresar cuánto agradezco a mi esposa, la madre de nuestros hijos, por todo lo que hace por cada uno de nosotros”.

“Debo admitir que no siempre me gustó el Día de la Madre. Oía decir cuán maravillosas son las madres, pero yo no creía estar a la altura de todas las demás. Con el tiempo me di cuenta de que Dios no espera que sea una madre perfecta, sino que haga lo que pueda, y con mucho amor. Ya que la función de toda madre es tan sagrada, Dios estará siempre junto a mí en cada paso”.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración ( Music and the Spoken Word)

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