El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se reunió con el presidente argentino Javier Milei el 20 de agosto de 2025 en la Casa Rosada.
El encuentro en la sede presidencial se realizó mientras el élder Cook se encontraba en Argentina con motivo de la visita del Coro del Tabernáculo en la Manzana del Templo, como parte de la celebración del centenario del evangelio restaurado de Jesucristo en Sudamérica.
“La reunión con el presidente fue maravillosa”, dijo el élder Cook. “Fuimos bastante francos con él al expresarle que sentimos que hemos recibido un regalo maravilloso en este país como resultado de su dedicación hace un siglo”.
En 1925, el élder Melvin J. Ballard, miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles, viajó a Buenos Aires y, en una oración, pidió a Dios que abriera Sudamérica para la predicación del evangelio restaurado de Jesucristo.
Estas reuniones con líderes nacionales, explicó el élder Cook, forman parte de la bendición que el élder Ballard solicitó.
“Me encanta el hecho de que, en la oración dedicatoria, el élder Melvin J. Ballard incluyó un párrafo completo bendiciendo a los jefes de estado, pidiendo que hubiera relaciones con ellos y que ellos bendijeran al pueblo”, dijo el élder Cook. “Así que, incluso desde la oración inicial de dedicación de toda Sudamérica, él estaba reconociendo la importancia de los líderes de la nación”.
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El élder Cook también le expresó al presidente Milei que la visita del Coro al país tenía un propósito de gratitud.
“Este es un pequeño gesto, una manera de decir: ‘Gracias por todo lo que este país ha hecho por la Iglesia, por su gente y por quienes forman parte de nuestra fe’”, dijo el Apóstol.
El élder Cook estuvo acompañado por el presidente del Área Sudamérica Sur, el élder Joaquín E. Costa; el presidente del Coro del Tabernáculo, Michael O. Leavitt; y el director de Hosting de la Iglesia, Gordon H. Smith.
“Entre todas nuestras reuniones, la reunión con el presidente Milei fue especial”, dijo Smith. “Fue importante para la Iglesia porque, cuando uno se reúne con el jefe de estado de una nación, envía un mensaje a todo el gobierno: que cuentas, que estás incluido, que importas”.
El élder Cook subrayó el compromiso de la Iglesia de construir relaciones respetuosas con líderes gubernamentales y religiosos.
“Apoyamos a los líderes y queremos tener relaciones con ellos; queremos comprender algunos de sus objetivos”, dijo. “Existen oportunidades, especialmente en el ámbito humanitario, donde podemos trabajar juntos. Hacer el bien en el mundo es algo que hacemos porque amamos al Salvador y lo seguimos. No nos hemos convertido en una organización humanitaria desconectada de nuestra misión, que es seguir y vivir los mandamientos de Jesucristo”.