Élder Soares invita a jóvenes sudamericanos a ser ejemplos de Jesucristo

Entre su visita ministerial a Brasil y la dedicación del Templo de Bahía Blanca, Argentina, el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, participó en la 7.ª edición del Seminario Sudamericano, el viernes 21 de noviembre de 2025 en Buenos Aires, Argentina.

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“El mundo actual necesita integridad, empatía y claridad moral. Estas cualidades florecen donde el discipulado es profundo. Por eso es tan importante reforzar la idea de que, como discípulos de Cristo, damos ejemplo no solo en asuntos religiosos, sino también en conducta, integridad, compasión y relaciones: con las personas, con los gobiernos, con todos en el mundo”, dijo el élder Soares.

Este año se cumplen 100 años desde que el élder Melvin J. Ballard, Apóstol de la Iglesia, viajó a la Argentina y ofreció una oración dedicatoria para la predicación del evangelio restaurado de Jesucristo en Sudamérica, el 25 de diciembre de 1925.

“Bendice a los presidentes, a los gobernantes y a los dirigentes de estos países sudamericanos. Rogamos que sean bendecidos al administrar los asuntos de sus diversos cargos para que grandes beneficios lleguen a la gente, que la paz reine en estas naciones que Tú has hecho libres mediante Tus bendiciones a los valientes libertadores de estas tierras, que impere la rectitud y que prevalezca la plena libertad para la predicación de Tu Evangelio”, oró Ballard.

Antes de dejar la Argentina, Ballard predijo que la Iglesia crecería “en forma lenta por cierto tiempo, al como un roble crece lentamente desde una bellota”. Pero prometió que llegaría el día en que “miles se unirían a la Iglesia en Sudamérica”.

Este centenario inspiró el tema de la conferencia: “Raíces de la Restauración en América del Sur: Un siglo para inspirar la próxima década”.

“El mismo espíritu que inspiró al élder Ballard a dedicar esta tierra habla hoy a los corazones y continúa inspirándonos, llamando a los maestros a elevar mentes, a los líderes a defender la libertad, a las familias a edificar Sion en sus hogares y a los jóvenes a llevar la luz del evangelio a todas las naciones”, expresó el élder Soares.

Continuó: “No estamos simplemente presenciando el cumplimiento de la profecía; somos participantes en su desarrollo. La obra del Señor no es estática, sino dinámica. Su vitalidad depende de nuestro valor para actuar, nuestra disposición a servir y nuestra fe para creer que los milagros siguen siendo posibles”.

“Escuchar la perspectiva del élder Soares sobre la visión que tuvo el élder Ballard hace 100 años nos llenó de gozo y nos renovó la energía para tener ánimo y alegría cuando vayamos y abramos nuestros brazos y corazones a nuestros hermanos y hermanas sudamericanos”, dijo Romanna Remor, presidenta de la Fundación Roble del Sur.

Esta iniciativa anual incluye una conferencia diseñada para involucrar a jóvenes Santos de los Últimos Días de 10 países sudamericanos que desean retribuir a sus comunidades y naciones mediante participación pública y servicio.

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“A menudo se dice: ‘Predica el evangelio en todo momento; y si es necesario, usa palabras’. Creo que participar en la comunidad y servir es una forma de predicar el evangelio”, expresó Mauricio Pacheco, participante del evento proveniente de Ecuador.

“Creemos firmemente que nuestros jóvenes profesionales tienen un gran potencial para salir y marcar una diferencia en sus comunidades aplicando los principios del evangelio y siendo ejemplos de Jesucristo. Sabemos que los líderes pueden ser mejores líderes si siguen el ejemplo de Jesucristo”, añadió Remor.

Académicos y pioneros presentaron la historia de la Iglesia en Sudamérica y analizaron su relación histórica con los gobiernos del continente.

“La Iglesia es muy cuidadosa en respetar las leyes de cada país. Esta relación entre la Iglesia y los gobiernos locales permite que la Iglesia acerque a más personas a Cristo”, dijo Clara Schettini, historiadora participante del seminario.

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Otros temas tratados durante los cuatro días que duró el seminario incluyeron la libertad religiosa y las políticas públicas.

“Una mente fundamentada en la fe es una de las influencias más positivas en el mundo moderno. En el diálogo interreligioso, tender puentes significa encontrar un terreno moral común respetando las diferencias doctrinales. Significa encontrar una causa compartida en la defensa de la dignidad de cada alma, la protección de la libertad religiosa y la promoción de la paz”, dijo el Apóstol.

“En la próxima década, Sudamérica puede liderar con el ejemplo, mostrando cómo la fe y el conocimiento, la devoción y el diálogo pueden coexistir y fortalecerse mutuamente. El llamado de nuestra generación es continuar lo que el élder Ballard comenzó: mirar más allá de nuestro tiempo y plantar semillas que perduren”, concluyó el élder Soares.