En el marco de su ministerio de 10 días por Sudamérica, el élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, visitó Montevideo, Uruguay, del 7 al 9 de junio de 2025. Lo acompañaron su esposa, la hermana Lesa Stevenson, el élder Eduardo Gavarret, miembro de la Presidencia del Área Sudamérica Sur y su esposa, la hermana Norma Gavarret.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Durante su estadía, el élder y la hermana Stevenson ministraron a miembros de todas las edades, compartiendo mensajes de esperanza y gratitud. “El corazón de los miembros está lleno de amor. La Iglesia está bien establecida aquí. Descubrimos que estas personas tienen un mismo sentir y un mismo propósito. Realmente estamos en Sion aquí en Uruguay con este pueblo hermoso”, declaró el élder Stevenson.
Uno de los momentos más emotivos fue un devocional con niños de la Primaria y sus padres, celebrado el sábado por la noche. El Apóstol describió la experiencia como inolvidable:
“Jamás hemos visto rostros tan radiantes, semblantes tan cálidos y un entusiasmo tan grande por el evangelio”, expresó. “Incluso tuvimos la oportunidad de estrechar la mano de casi todos esos niños, y probablemente eso es algo que me llevaré a casa conmigo. Nunca olvidaré los hermosos rostros de los pequeños niños de la Primaria en Uruguay”.
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Durante el evento, un niño le preguntó al élder Stevenson si conocía al presidente Russell M. Nelson. Con una sonrisa, el Apóstol respondió afirmativamente y, dirigiéndose a los niños, expresó:
“No puedo esperar para decirle a la Primera Presidencia que pueden estar muy orgullosos de saber que el futuro de la Iglesia estará en buenas manos en Uruguay”.
También rindió homenaje a las familias multigeneracionales de Santos de los Últimos Días, algunas con más de 70 años de historia en el país, y valoró el ejemplo de los jóvenes adultos que sirven como misioneros, se preparan para el templo y fortalecen sus barrios y estacas. “Ustedes son el futuro de la Iglesia. Ustedes son poderosos y son fuertes”, dijo a los jóvenes adultos.