“Un evangelio de buenas nuevas”: el élder Stevenson se une a los Santos en Chile para celebrar el Centenario de la Iglesia en Sudamérica

En un emotivo evento realizado en la capital chilena, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días celebró los 100 años desde la dedicación de Sudamérica para la predicación del evangelio restaurado. La conmemoración reunió a más de 4.000 asistentes en el lugar y a más de 10.000 personas conectadas a través de una transmisión nacional, en una noche marcada por la música, la danza y el reconocimiento a generaciones de fieles que han contribuido al crecimiento de la Iglesia.

El élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, encabezó la celebración acompañada por su esposa, la hermana Lesa Stevenson. “Fue impresionante ver sus corazones llenos de felicidad y alegría, celebrando este evento junto con todos los demás Santos chilenos del país que se conectaron por la transmisión”, dijo. “Nos emocionó ver la puesta en escena, escuchar la música y ver las sonrisas en los rostros de todos, tanto del público como de quienes participaron como elenco y músicos”.

“Esto es algo que representa la esencia del evangelio de Jesucristo: un evangelio de buenas nuevas, un evangelio que trae felicidad y gozo a los corazones de sus miembros”, agregó el élder Stevenson.

La conmemoración también sirvió como un homenaje a los pioneros y a los miles de miembros que han forjado el camino de la Iglesia en Chile y Sudamérica. “Siento que es una oportunidad para conmemorar muchos sacrificios”, expresó Anne Sánchez, miembro local. “Una oportunidad para celebrar que la Iglesia está aquí, está viva, y que muchas personas pueden llegar a conocer y recibir un testimonio de Jesucristo”.

Washington Calquin, miembro de quinta generación en la Iglesia, comentó: “Estoy muy feliz porque Jesucristo ha puesto Su mano aquí en este país —y no solo aquí, sino en toda América— y hemos visto el crecimiento que ha resultado de eso”.

Un siglo desde la oración dedicatoria

La celebración recuerda el momento fundacional ocurrido en 1925, cuando el élder Melvin J. Ballard, Apóstol de la Iglesia, ofreció una oración dedicatoria en Buenos Aires, Argentina, pidiendo a Dios que se abrieran los corazones del pueblo sudamericano. En esa ocasión, profetizó que la Iglesia crecería “como una encina que brota lentamente de una bellota”, pero aseguró que con el tiempo “miles se unirían a la Iglesia aquí”. Hoy, esa profecía se ha cumplido: Sudamérica cuenta con más de cuatro millones de miembros.

La celebración en Santiago fue la primera de varias que se realizarán durante el año en diferentes países del continente, cada una enfocada en la historia local de la Iglesia y en el impacto espiritual y social de su presencia.