Nota de prensa

Elegir el bien

Dios da a sus hijos la ley eterna, basada en la verdad eterna, para que puedan tomar decisiones sabias

En el corazón de la capital mexicana, se encuentra el Monumento a la Revolución. Entre los símbolos más icónicos de México, este hito conmemora la Revolución Mexicana de hace más de un siglo. Monumentos similares se encuentran en todo el mundo. Muy a menudo, son recordatorios visuales de la búsqueda de la libertad.

La libertad es, sin lugar a dudas, una búsqueda que vale la pena conmemorar. Todos tenemos hambre de libertad. Queremos ser libres para pensar, creer y actuar. Este profundo amor a la libertad es parte de nuestra naturaleza; fue puesto en nuestros corazones por Dios, quien quiere que Sus hijos sean libres. Él nos dio la capacidad de elegir y nos envió a un mundo lleno de opciones: el bien o el mal, lo correcto o lo incorrecto, la luz o la oscuridad.

Por supuesto, Dios quiere que escojamos el bien, pero no nos obligará a hacerlo. Él sabe que crecemos no solo haciendo lo correcto, sino usando nuestra libertad para elegir hacer lo correcto. ¿Y cómo sabemos lo que es correcto? No nos queda adivinar. Nuestro Dios amoroso da a Sus hijos la ley eterna, basada en la verdad eterna, para que podamos tomar decisiones sabias.

Podría parecer que la ley limita la libertad, pero en realidad hace lo contrario. Al igual que una cometa que vuela alto en el cielo solo cuando está atada por su cuerda, la libertad alcanza su máxima expresión cuando está anclada a Dios y a Su verdad. Corta la cuerda y la cometa cae. Deja ir la ley de Dios, y la libertad no tiene dirección, ni propósito. Así que nos atamos a Dios, quien nos dio nuestra libertad, y aprendemos Su ley, sin la cual la libertad no tendría sentido. La verdadera libertad proviene de las buenas decisiones. Encontramos la libertad no resistiendo la verdad, sino viviéndola.

Por eso construimos monumentos a la libertad. Con una base sólida y un alcance ascendente, monumentos como este en la Ciudad de México elevan nuestros pensamientos y aspiraciones. Nos recuerdan que la libertad y la ley son dones preciosos de Dios, que nos eleva y al mismo tiempo nos da una base firme.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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