Nota de prensa

En Cartagena, más de diez personas participaron de la ordenanza del bautismo

Varias personas se convirtieron en miembros de la Iglesia de Jesucristo al realizar la ordenanza del bautismo en una noche especial

En el pasado mes de febrero se llevó un cabo lo que algunos conocen como “noche blanca”. Se trató de una reunión en el centro de la Estaca Cartagena, Pie de la Popa, en la que diez personas fueron bautizadas, en compañía de aproximadamente 120 miembros y amigos de la Iglesia.

"El bautismo por inmersión en el agua, llevado a cabo por alguien con la debida autoridad, es la primera ordenanza del Evangelio y es necesario para llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días". Los bautismos fueron realizados por Juan José Torres, Presbítero del Barrio Esperanza. También discursaron Andrés González, José Angel Valdez y el presidente de la estaca, Willington Plata. El coro de la Estaca entonó la canción de la primaria “Cuando me bautice”.

José Angel Valdez, uno de los discursantes y miembro del sumo consejo de la estaca, dijo: “Fue algo muy especial, recordé cuando me bauticé y me vi vestido de blanco. Cuando estaba discursando sentí en mi corazón la confirmación de que esté Evangelio es verdadero, que al igual que ellos tomé la mejor decisión de mi vida. Sentí en mi corazón un gozo lleno de felicidad al verlos a ellos tomar una excelente decisión. Si se mantienen firmes verán milagros en su vida”.

Clara Manjarrez, una de las hermanas que se bautizó, compartió sus sentimientos: “Después de la ceremonia, me quité el vestido blanco y sentí nostalgia, como un cambio; desde ese dia en adelante me siento una nueva persona. Todo ha marchado bien para la gloria de Dios, gracias al Padre Celestial, hasta hoy he visto muchos resultados”.

Quienes se bautizan hacen convenio con Dios de tomar sobre sí el nombre de Jesucristo, guardar Sus mandamientos y servirle hasta el fin. Los miembros de la Iglesia renuevan este convenio cada domingo, al participar de la 'Santa Cena'. Los miembros de la Iglesia de Jesucristo creen que Dios bendice por su fidelidad a quienes guardan el convenio que hicieron al bautizarse. Algunas de esas bendiciones son la compañía constante del Espíritu Santo, la remisión de los pecados y el privilegio de nacer de nuevo espiritualmente.

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