Vivimos en una increíble era de la información. Los avances tecnológicos han puesto el conocimiento colectivo del mundo literalmente en la palma de nuestra mano. Podemos aprender un idioma, leer un libro e incluso conectarnos con personas a miles de kilómetros de distancia, mientras hacemos muchas otras cosas con una pequeña herramienta que llevamos en el bolsillo.
Es increíble, y un poco abrumador. Las redes sociales, Internet y otras tecnologías a veces pueden hacernos sentir como si estuviéramos siendo arrastrados por un río, impotentes para salir, dirigir o incluso reducir la velocidad. ¿Cómo podemos navegar por todos los giros y vueltas sin dejar de mantener la cabeza fuera del agua? ¿O simplemente estamos a merced de la corriente, "zarandeados de un lado a otro, y llevados de un lado a otro" (Efesios 4:14) dondequiera que nos lleve el río agitado?
No, Dios no nos creó para ser madera a la deriva. Él nos dio el poder de actuar por nosotros mismos y no de que se actúe sobre nosotros (véase 2 Nefi 2:26). Eso significa, entre otras cosas, que podemos tomar el control de cómo usamos las herramientas tecnológicas y no dejar que nos controlen.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Se necesita una gran disciplina y no siempre es tan fácil como parece. Podríamos empezar pensando que revisaremos las redes sociales solo por unos minutos. Horas más tarde, nos preguntamos a dónde se fue el tiempo. Los creadores de contenido tienen la intención de competir por nuestra atención y mantenernos en sus canales el mayor tiempo posible. Pero también podemos ser intencionales.
Podemos decidir de antemano cuándo, dónde, cómo y durante cuánto tiempo utilizamos la tecnología.
Muchas personas toman la decisión de establecer límites personales en su tiempo frente a la pantalla. Se aseguran de que cada vez que se conectan, tengan un propósito específico para estar allí y un plan específico para lograr su propósito. Como parte de su plan, toman descansos regulares del uso de la tecnología. Desactivan las notificaciones y las fuentes de medios.
Y quizás lo más importante, equilibran el tiempo frente a la pantalla con conexiones cara a cara con las personas que aman (véase "Hacerse cargo de la tecnología", Biblioteca del Evangelio, ChurchofJesusChrist.org).
En otras palabras, siguen el consejo de las Escrituras: "Procuren que todas las cosas se hagan con sabiduría y orden" (Mosíah 4:27). Ahora bien, no es necesario evitar por completo la tecnología moderna. Es una herramienta, y una herramienta logrará algo bueno cuando decidamos usarla sabiamente.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)