El jueves 21 de julio de 2022, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó cocinas equipadas para la preparación de alimentos de más de 465 estudiantes de tres escuelas públicas en el Municipio de Palencia, Guatemala.
Las escuelas beneficiadas con estufas industriales, congeladores, lavatrastos, así como dos contenedores y un cuarto para preparar la comida que niños de Preprimaria y Primaria reciben durante su jornada de estudios son Escuela Cantón Ojo de Agua, Escuela Potrerillos y Escuela Santa Elena.
El presidente Erick de León, líder eclesiástico, hizo entrega oficial de esta importante donación y mencionó que la Iglesia apoya la educación de todos los hijos de Dios a través de estas ayudas. “El propósito de la donación es beneficiar a los estudiantes para que su alimentación sea preparada en condiciones higiénicas y dignas, que les permitan un mejor aprovechamiento de los nutrientes para beneficio de su desarrollo físico e intelectual” añadió el presidente de León, quien para finalizar citó la Escritura de Mosíah 2:17 “Cuando os halláis al servicio de vuestros semejantes solo estáis al servicio de vuestro Dios”.
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María Cristina Mijangos Jolón, Concejal Segundo de la Municipalidad de Palencia, en representación del señor alcalde Guadalupe Alberto Reyes Aguilar, agradeció la significativa donación que la Iglesia de Jesucristo realizó en beneficio de los estudiantes y las escuelas del Municipio de Palencia que ahora contarán con mejores condiciones para preparar la comida de los estudiantes.
Los directores de los establecimientos educativos expresaron su profundo agradecimiento a la Iglesia porque la donación del espacio de cocina, la estufa industrial, el congelador y el lavatrastos permitirán la preparación, conservación e higiene en el proceso de preparar los alimentos que los niños reciben durante el período que permanecen en las escuelas ahora que están retomando clases presenciales.
La Iglesia brinda esta donación como parte de la ayuda humanitaria que realiza en todo el mundo, la cual es posible gracias a los Santos de los Últimos Días que de forma generosa donan de sus bienes económicos como parte de su esfuerzo por seguir el ejemplo de Jesucristo de ayudar y amar a su prójimo.