Nota de prensa

Esforzarse por llegar a ser como Él

En el esfuerzo por superar nuestras debilidades y cambiar para mejor, no solo lo intentamos, sino que nos esforzamos por hacerlo

La palabra "esforzarse" significa algo ligeramente diferente de la palabra "intentar". Esforzarse sugiere un esfuerzo con propósito. Intentarlo, por otro lado, connota algo un poco menos seguro. Intentas algo cuando todavía estás explorando si el éxito es posible o incluso deseable. Si no funciona, bueno, al menos lo intentaste. Pero cuando te esfuerzas, sigues adelante, pase lo que pase. En el esfuerzo por superar nuestras debilidades y cambiar para mejor, no solo lo intentamos; nos esforzamos.

En nuestro esfuerzo, tenemos la bendición de tener personas ejemplares a nuestro alrededor, personas a las que podemos admirar, que también se esfuerzan y tienen éxito. Notamos cómo resuelven problemas, enfrentan dificultades y superan tiempos difíciles. Podríamos admirar su arduo trabajo y determinación, su generosidad e integridad. Las montañas imponentes parecen más fáciles de escalar cuando alguien en quien confiamos ha dado incluso unos pocos pasos antes que nosotros, abriendo un camino.

A veces el mentor que emulamos es un colega, un amigo o un familiar. Podría ser un antepasado cuya historia se ha transmitido de generación en generación. Pero si pudiéramos esforzarnos por ser como cualquiera, por buscar en cualquiera la encarnación de la bondad y la gracia, la mejor práctica es emular al Señor Jesucristo. Él nos dio el ejemplo perfecto a seguir.

Puede parecer poco realista, incluso absurdo, esforzarse por emular la perfección, pero fue Jesús mismo quien nos invitó a seguirlo. "Os he dado ejemplo", dijo, "para que hagáis lo que yo he hecho" (Juan 13:15). Esa es una búsqueda que tomará toda una vida de esfuerzo, tal vez incluso más. ¿Por dónde empezamos? El mejor enfoque podría ser comenzar con el atributo que Jesús dijo que identificaría a Sus seguidores: "Como yo os he amado... Ámense los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os amáis los unos a los otros" (Juan 13:34-35).

Este es el camino que el Señor abrió para nosotros. Cada vez que mostramos amor y compasión, siempre que somos amables, perdonadores y justos, lo estamos siguiendo. Estamos ayudando a traer Su luz a nuestras vidas y al mundo. Ese es un objetivo por el que vale la pena luchar.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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