Facilitar la esperanza: La Iglesia organiza el Centro de Recuperación de Incendios Forestales de Pasadena

Conduzca por algunas de las áreas afectadas por los incendios forestales del sur de California en 2025 y verá una pequeña señal de esperanza: flores que brotan y hierba que crece en lotes desolados donde solo quedan chimeneas y escombros.

Decenas de organizaciones se han reunido en un edificio de la Iglesia en Pasadena esta semana para ofrecer a los sobrevivientes de los incendios forestales una esperanza similar. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la anfitriona de una reunión de recuperación tras desastres, que durará seis días, en su centro de estaca de Pasadena en colaboración con la Cruz Roja Estadounidense, la Red de Emergencias de Los Ángeles (ENLA, por sus siglas en inglés) y la red de proveedores de ENLA.

El objetivo es brindar apoyo a aproximadamente 2500 familias.

“Una organización sin fines de lucro, una iglesia, una organización religiosa pueden hacer algo, y todos responden. Pero en realidad, la respuesta es mucho más efectiva cuando todos se unen”, dijo Michael Flood, el presidente de la Junta Directiva de ENLA. ENLA son las Organizaciones Voluntarias Activas en Desastres (VOAD, por sus siglas en inglés) que prestan servicio en el condado de Los Ángeles.

Este evento constituye un Centro de Recursos de Múltiples Agencias (MARC, por sus siglas en inglés), una única parada donde varias organizaciones sin fines de lucro y del sector público se convergen durante seis días para ayudar a los sobrevivientes. Los MARC simplifican el proceso de recuperación al permitir que las personas interactúen con múltiples proveedores en un solo lugar.

Zara Ciccotelli, sobreviviente del incendio de Eaton, expresó su gratitud por el apoyo integral, que incluye de todo, desde orientación legal y de seguros hasta atención espiritual y emocional.

“Es realmente sorprendente y conmovedor que tantas personas pongan de su propio tiempo y esfuerzo para ayudarnos”, dijo Ciccotelli. “Realmente no te lo esperas, así que es muy agradable de ver. Al principio nos preocupaba que toda la ayuda disminuyera y no continuara, pero hoy en día todavía hay mucha gente, mucha ayuda, y eso es muy agradable. Creo que hay esperanza, y ayuda ver que hay personas dispuestas a ayudarnos constantemente”.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha participado activamente en las labores de socorro por los incendios forestales en todo California este año. Además de proporcionar su edificio como un eje central para este MARC, 1200 miembros locales de la Iglesia han contribuido con más de 7000 horas a los esfuerzos de limpieza y han proporcionado alimentos y suministros a los afectados.

“Los voluntarios que hemos tenido de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días han sido realmente cruciales”, dijo Flood. “[Están] ayudando a distribuir los suministros y a recibir a las personas. También hay traducción de idiomas. Muchos de los voluntarios han pasado tiempo en otros países o son de otros países”.

“Este evento ha sido nuestra oportunidad como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de ponernos en lugar del Salvador y extender nuestras manos para elevar a otras personas en esta comunidad que nos rodea”, agregó Shaun Jorgensen, presidente de la Estaca Pasadena, California.

Los esfuerzos de los voluntarios son cruciales para facilitar la distribución de artículos a granel y la gestión de casos. En el MARC de Pasadena, LA Works está coordinando a los voluntarios para garantizar una cobertura integral.

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Uno de esos voluntarios Santos de los Últimos Días es Josh Smith. Él mismo es uno de los sobrevivientes del incendio de Eaton. El MARC en Pasadena es especial para él, porque ese es el edificio de la Iglesia donde asiste cada semana.

“Para mí, era importante estar aquí para este evento en el que estamos abriendo el área para traer a muchas organizaciones diferentes, no solo a nuestros voluntarios de la Iglesia”, dijo Smith. “Es importante que representemos a Cristo y aprovechemos la oportunidad de dar a la comunidad que nos rodea”.

Los jóvenes misioneros también han brindado una mano.

“Creo que nunca he conocido a un misionero que haya usado la palabra ‘no’. Su actitud es del tipo: ‘Resolveremos esto. Veamos cómo podemos hacer esto’”, dijo Kevin Cox, director ejecutivo y fundador de Hope Crisis Response Network (HCRN), una de las organizaciones que participa en el MARC de esta semana. “La Iglesia tiene que estar muy orgullosa de sus misioneros. Cuando envías a estos jóvenes al mundo, están aprendiendo muchas lecciones de vida, pero también están sembrando una gran semilla. Y eso es lo que necesitamos en nuestro país”.

Estos esfuerzos realizados por la Iglesia y por otras organizaciones se traducen en una amplia gama de recursos disponibles para los sobrevivientes en el MARC de Pasadena. Docenas de organizaciones están ofreciendo una variedad de recursos, que incluyen:

• Distribución de artículos a granel (purificadores de aire, equipos de protección personal, kits de higiene, kits de limpieza, kits de comidas, agua y artículos para niños, hasta agotar existencias)
• Gestión de casos
• Servicios de limpieza y remoción de escombros
• Atención emocional y espiritual
• Ayuda financiera (tarjetas de regalo, vales)
• Orientación sobre vivienda y empleo
• Orientación legal y de seguros
• Guía de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y de la Administración de Pequeñas Empresas (SBA, por sus siglas en inglés)

Los MARC anteriores realizados este año han demostrado la eficacia de este enfoque, al ayudar a miles de personas. Por ejemplo, un MARC en Palisades que se llevó a cabo en marzo apoyó a los sobrevivientes del incendio forestal de Palisades al brindarles asistencia financiera, atención emocional y espiritual, y la distribución de suministros esenciales. Asistieron más de 1500 familias y las organizaciones participantes aportaron más de 1,8 millones de dólares en ayuda directa. Otro centro de recursos en Pasadena que se llevó a cabo en enero de 2025 proporcionó más de $11.5 millones en ayuda.

“Este es un lugar muy acogedor y amigable”, dijo Flood. “La mayoría de las personas que ven aquí son voluntarios. Están aquí para ayudar. Ellos quieren estar aquí. Hablamos con las personas a medida que se presentan. Cualquier preocupación y ansiedad que tienen disminuye un poco por la forma en que son recibidos y por cuánto se les ayuda”.

Ayudar a las personas a ver el camino hacia la recuperación es clave para alimentar la esperanza.

“[Estos sobrevivientes] están abrumados con el proceso de tratar de vivir”, dijo Valerie Cox, quien realiza actividades de alcance comunitario con HCRN. “Este tipo de eventos son muy importantes para los sobrevivientes, porque la esperanza se basa en el pensamiento cognitivo de que hay un paso adelante, de que hay una diferencia para mí más adelante. La gente está abrumada y confundida, y el simple hecho de poder sentarse a una mesa con alguien que podría ofrecer ayuda o podría guiarlos al siguiente paso es muy importante”.

Esta perspectiva a largo plazo es compartida por la Cruz Roja Estadounidense, que enfatiza el compromiso continuo que se requiere para ayudar a la comunidad a sanar.

“Se requieren décadas de trabajo para recuperarnos de lo que hemos perdido en esta comunidad, y es realmente abrumador pensar en todo eso de una vez y pensar que solo llevamos cinco meses en esto”, dijo Alexis Helgeson, especialista en recuperación comunitaria de la Cruz Roja Estadounidense. “Tener este evento, especialmente en este momento, a cinco meses del incendio, cuando muchas otras organizaciones han tenido que ayudar en otros desastres, es una gran muestra para la comunidad de que estamos aquí. No nos hemos olvidado de ustedes. No vamos a dejarlos atrás y vamos a superar esto juntos”.