El Día del Niño es un día dedicado a promover la fraternidad y la comprensión entre los niños del mundo, se realizan actividades para la promoción del bienestar y de los derechos de los niños del mundo. En Guatemala se celebre el 01 de octubre de cada año.
Los líderes de la Iglesia aconsejan que debemos dedicar tiempo a nuestros niños y sientan el amor de nuestro Padre Celestial en el hogar.
Las escrituras nos enseñan:
“Instruye al niño en su camino; y aun cuando fuere viejo, no se apartará de él (Proverbios 22:6).
No hay nada en las Escrituras, en lo que publicamos, en lo que creemos ni en lo que enseñamos que autorice a los padres ni a nadie desatender, maltratar o abusar a nuestros propios hijos ni a los de otra persona.
Entre las más duras advertencias y los castigos más severos que hay en las revelaciones se encuentran aquellas relacionadas con los niños. Jesús dijo: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” (Mateo 18:6).
No se debe pasar por alto ni descuidar a los niños, y rotundamente no se les debe maltratar ni abusar de ellos. No se les debe abandonar ni deben permanecer distanciados por motivo del divorcio. Los padres son responsables de proveer para sus hijos.
Debemos cuidar de sus necesidades físicas, espirituales y emocionales. El Libro de Mormón enseña: “Ni permitiréis que vuestros hijos anden hambrientos ni desnudos, ni consentiréis que quebranten las leyes de Dios, ni que contiendan y riñan unos con otros y sirvan al diablo, que es el maestro del pecado, o sea, el espíritu malo de quien nuestros padres han hablado, ya que él es el enemigo de toda rectitud” (Mosíah 4:14).
El presidente Hinckley dijo “De todas las alegrías de la vida, ninguna se iguala a la de ser padres felices. De todas las responsabilidades que debemos cumplir, ninguna otra es tan seria. Criar a los hijos en un entorno de amor, de seguridad y de fe es el mas grato y el mas valioso de los deberes. El buen resultado de esa labor viene a ser la mas satisfactoria compensación de la vida. Ámenlos y cuiden de ellos. Padres, dominen su ira, ahora y en los días por venir. Madres, controlen el tono de su voz, manténganla siempre baja. Críen a sus hijos con amor, con la disciplina y la amonestación del Señor. Cuiden de sus pequeños; recíbanlos con amor cuando nazcan y críenlos y quiéranlos con todo su corazón".
Gocemos de la oportunidad de las oportunidades que se nos presenten de cuidar el alma de los niños.