En el Día Mundial de las Madres y los Padres, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días reafirma su compromiso de fortalecer a las familias en todo el mundo. En un evento que se llevó a cabo en Bruselas el 13 de mayo, la Oficina de Asuntos Internacionales y de la Unión Europea de la Iglesia celebró la Conferencia Europea de Política Familiar y el Premio Europeo Valores Familiares. La reunión convocó a líderes y organizaciones diversas que tienen en común la labor de promover el bienestar de las familias en toda Europa.
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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
En la fecha mencionada, políticos, académicos, periodistas, líderes religiosos y defensores de la familia se congregaron desde muchas partes de Europa y Norteamérica para participar en conversaciones significativas acerca de la familia y para reconocer a líderes excepcionales en el ámbito del fortalecimiento de la familia como pilar fundamental de la sociedad.
Estos eventos forman parte de “Fortalecer a las familias”, una iniciativa que se lleva a cabo con la participación del Sutherland Institute, un grupo de expertos radicado en Utah. La reunión de este año también puso de relieve el 30.º aniversario de La Familia: Una Proclamación para el Mundo, una declaración doctrinal emitida por la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que reafirma el papel central de la familia en el plan de Dios.
La jornada comenzó con cinco sesiones dinámicas que formaban parte de la Conferencia Europea de Política Familiar, en las que se presentaron investigaciones y experiencia en la creación de legislación, así como reflexiones sobre las experiencias vividas en lo relacionado con las dificultades y las oportunidades que las familias afrontan en la actualidad. Antonella Sberna, vicepresidenta del Parlamento Europeo y responsable del diálogo religioso y no confesional en virtud del artículo 17 [del TFUE], hizo la apertura del acto. En su mensaje grabado en vídeo, pidió un “Acuerdo Europeo sobre la Familia” e instó a los responsables políticos a colocar a las familias en el centro del futuro de Europa, al tiempo que resaltaba su función vital para la cohesión social y la vida cívica. Afirmó que “la familia no es un concepto teórico, ni debe nunca considerarse como tal, sino como una realidad que viven las personas”.
La primera sesión profundizó sobre el tema de la estructura de la familia y el bienestar de los niños. El doctor Vincenzo Bassi, presidente de FAFCE [Federación de Asociaciones de Familias Católicas de Europa], explicó que, desde el punto de vista histórico, “la familia ha introducido la civilización en la humanidad” y que el matrimonio fue el primer convenio que puso los intereses de otra persona por delante de los personales. La profesora Jenet Erickson, investigadora sobre la familia del Wheatley Institute de BYU, hizo hincapié en la importancia del hogar formado por dos progenitores y lo denominó “el factor divisor entre clases”, y afirmó que los estudios demuestran que los hijos que se desarrollan en esos entornos son realmente privilegiados. Matteo Rizzolli, profesor de Política Económica de la LUMSA University de Roma, añadió: “No se trata de que los niños cuesten menos, sino de que las familias valgan más”. Con ello sugirió que hacer del valor de la familia algo esencial es tan importante como los incentivos económicos.
La segunda sesión resaltó la necesidad de una reflexión más profunda a la hora de desarrollar legislación relacionada con la familia. José Luis Bazán, de COMECE [Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, por sus siglas en inglés], ofreció una visión general de los recursos que la Iglesia católica pone a disposición de las familias y las personas jóvenes. Rick Larsen, presidente y director ejecutivo del Sutherland Institute, dijo: “Se nos olvida que es la familia lo que contribuye a una sociedad funcional”.
La tercera sesión dio voz a jóvenes del mundo de la investigación y la defensa de la familia. Maja Jesmanowicz, oriunda de Polonia y gestora de proyectos de la Confederación Europea de Familias Numerosas en España, afirmó que “los jóvenes siguen queriendo tener hijos; lo quieren con el corazón, pero no con la cabeza”, con lo que puso de manifiesto que el miedo y la incertidumbre constituyen una parte importante del proceso de toma de decisiones. Emma Howlett , estudiante e investigadora en la Universidad Brigham Young, resaltó el poder del ejemplo: “Valoramos tanto la vida familiar que tenemos miedo de formar parte de ella a menos que sea perfecta”. Y mencionó que los jóvenes, en general, no confían en las instituciones y buscan que sus fuentes sean auténticas y dignas de confianza.
La cuarta sesión se centró en el liderazgo legislativo. Todd Weiler, senador, y Candice Pierucci, representante, ambos por el estado de Utah (EE. UU.), hablaron de iniciativas centradas en la familia en los ámbitos de la educación, la política fiscal y la protección de los menores en el mundo digital. Lisa Perkins, miembro del Parlamento danés, hizo una reflexión acerca de los sistemas legislativos que afectan a la familia y dijo: “Hemos creado un estado de bienestar que se ha convertido en algo tan complejo que ahora compite con las familias”. Marco La Marca, miembro del gabinete de Dubravka Šuica, comisaria europea para el Mediterráneo, resaltó el valor económico de las madres que deciden permanecer en casa: “Debemos revisar la manera en que realizamos los cálculos del PIB, porque no se tiene en cuenta su trabajo”.
La conferencia finalizó con una sesión plenaria en la que se sintetizaron las ideas principales. Los conferenciantes estuvieron de acuerdo en la necesidad de un enfoque a largo plazo y basado en principios. “Quizás estemos demasiado centrados en los detalles”, destacó el profesor Rizzolli. Y en el contexto de los valores familiares en la sociedad, “¿cuál es nuestro plan maestro?”.
En la clausura de la conferencia, Francesco Di Lillo, director de la Oficina de Asuntos Internacionales y de la Unión Europea, hizo referencia a la proclamación sobre la familia e invitó a “los ciudadanos responsables y a los representantes gubernamentales de todas partes a promover medidas diseñadas para mantener y fortalecer a la familia como la unidad fundamental de la sociedad”.
Después de la conferencia, los invitados se reunieron para disfrutar de un programa que incluyó una cena y la presentación del Premio Europeo Valores familiares 2025, así como una actuación musical que llevaron a cabo Aaron McInnis (tenor) y Marie Datcharry (piano).
La galardonada en 2025 fue Merete Riisager, exministra del Ministerio para la Infancia y la Educación de Dinamarca. Como defensora durante toda su vida de los derechos de los padres y de la libertad educativa, la influencia de Riisager abarca instituciones nacionales y europeas. Su trabajo ha sido determinante en aspectos relacionados con la legislación, el debate público y la disertación intelectual.
Al aceptar el premio, Riisager habló de la historia de sus abuelos, que construyeron una casa y fundaron un negocio en la Dinamarca de posguerra, y habló de una cultura familiar enraizada en el servicio, la humildad y el gozo. “Nos enseñaron que la vida puede comenzar de forma favorable o adversa, pero que lo que se logra a lo largo de ella es una responsabilidad personal. No venimos a esta vida para complacer al estado o a un jefe en el trabajo. Estamos aquí para honrar esa misma vida y a cumplir nuestra función en ella de la mejor manera posible”, afirmó.
Si bien se sintió sorprendida de haber sido premiada, Riisager declaró que el galardón afirmaba una verdad silenciosa relacionada con su trabajo: “Nunca me he considerado una persona que lucha por la familia, pero al mirar atrás, puedo ver que eso es exactamente lo que he hecho”.
Al concluir la velada, los invitados expresaron agradecimiento por la oportunidad de reflexionar, entrar en contacto unos con otros y volver a comprometerse con la responsabilidad compartida de fortalecer a las familias. Tanto la conferencia como el premio son una afirmación de un aspecto claro de la proclamación sobre la familia: el hecho de que la familia es esencial en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos.