Nota de prensa

Fuerza interior del alma

La fuerza interior invisible se manifiesta exteriormente

Se dice que, si levantas pesas con constancia, tus músculos crecerán. Todavía estoy esperando que los míos reciban el memorándum, pero el principio parece sólido. Los músculos deben soportar cierta resistencia para fortalecerse. Es el peso, la tensión y la lucha lo que hace que los músculos crezcan.

La fuerza física a menudo se juzga por las apariencias externas. Pero hay otro tipo de fuerza, una fuerza interior, que está enterrada profundamente debajo de la carne, oculta a la vista. Esta fuerza interior del alma es más difícil de medir, pero es ella la que nos permite atravesar las tormentas de la vida y emerger más felices, más sabios y más fuertes.

Se cree que Viktor Frankl dijo: "Lo que ha de dar luz debe soportar el ardor". Ya sea que se trate de la quema de un músculo o de un desafío, el crecimiento puede provenir de esa quema.

Por supuesto, levantar pesas sin una nutrición adecuada produce poco crecimiento. De manera similar, experimentar las pruebas de la vida sin el alimento espiritual apropiado también genera poca mejora. Al igual que nuestros cuerpos físicos, nuestras almas necesitan alimento constante. La oración, el servicio y el guardar los mandamientos de Dios se combinan para edificar la fuerza interior del alma.

No somos un cuerpo con alma; más bien, somos un alma con un cuerpo (véase “Anales de un barrio tranquilo”, de George MacDonald, publicado en 1867, capítulo 28). Como resultado, el desarrollo de la fuerza interior del alma es de suma importancia. A menudo, esta fuerza interior invisible se manifiesta externamente.

Conozco a una madre que, durante casi toda su vida adulta, estuvo plagada de una fatiga constante y debilitante. Sus días estaban llenos de agotamiento, y su cuerpo anhelaba descansar. Pero tenía una familia que criar, y decidió levantarse temprano cada mañana para estar completamente presente para sus hijos cuando se fueran a la escuela. Año tras año, este simple acto, casi desapercibido, continuó.

Hoy en día, atiende a muchas personas en silencio y, a menudo, sin que nadie la note, pero con un vigor increíble. Milagrosamente, los años que pasó construyendo su fuerza interior también produjeron una fuerza exterior invencible.

Es en los desafíos de la vida —el peso, la tensión y la lucha— donde se forja la verdadera fuerza interior. Que nosotros, como esta extraordinaria madre, descubramos que el trabajo silencioso de construir la fuerza interior tiene el poder de transformarnos, y de elevar e inspirar a quienes nos rodean.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)

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