Preservación de los registros genealógicos del mundo en lo profundo de la Montaña de Granito.
Aseguradas dentro de la ladera de una montaña situada en el cañón Little Cottonwood de Utah, Estados Unidos, las bóvedas de registros en la Montaña de Granito de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días guardan una de las colecciones más grandes de registros genealógicos filmados. La fila de portales gigantes y del edificio de concreto que sobresale del sólido granito, son sólo una muestra de lo que se encuentra detrás de la roca.
Una red de túneles que alcanzan cerca de 210 metros hacia el interior de la montaña, almacena millones de rollos de microfilme, También alberga miles de juegos de microfichas, las que contienen aproximadamente 900 imágenes cada una.
"No existe otra instalación como esta", dice Wayne Metcalfe, uno de los directores del Departamento de Historia Familiar. "Ninguna otra organización tiene algo que se le compare".
La bóveda de filmes data de 1938, cuando la Sociedad Genealógica de Utah empezó a usar microfilmes. Inicialmente se crearon sólo 12 rollos, pero a medida que mejoró la tecnología, la colección aumentó, y también aumentó la necesidad de un ambiente controlado de almacenamiento.
La construcción de un edificio que albergara los registros empezó en 1960, con mineros especializados en roca dura descolgándose sobre plataformas contra la muralla de granito, forzando su entrada en la montaña perforando y detonando la roca. La bóveda se terminó y abrió oficialmente en 1966 y desde entonces se ha expandido su colección para resguardar registros de muchos países.
La entrada de visitantes a esta bóveda es limitada, pero no por ninguna razón secreta, la razón tiene que ver exclusivamente con la preservación de los registros allí guardados.
"La razón es el mantenimiento del ambiente en la bóveda", explica Metcalfe. "Esta colección representa mucho dinero, tiempo y esfuerzo. Deseamos asegurar su preservación por un largo plazo".
Las meticulosas medidas para salvaguardar los filmes incluyen el mantener un ambiente interior de 60 grados Fahrenheit (unos 15 grados centígrados) y 30 por ciento de humedad, condiciones ideales para mantener filmes en buen estado por un largo período. Además, una computadora supervisa un extenso sistema de filtros de aire designado a proteger los microfilmes de cualquier contaminación.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
A la entrada de las bóvedas de almacenamiento se encuentran filas de armarios metálicos de 7,5 metros de ancho, 4,5 metros de alto y aproximadamente 60 metros de largo, frente a frente. Cada armario contiene filas y filas de cajones llenos de rollos de microfilmes de 35mm y 16mm.
Estos registros son de todas partes del mundo. Un ejemplo es un negativo original de un registro de Alemania, filmado en 1968. En cualquier día determinado, los trabajadores crean cerca de 1.000 rollos de microfilme y 1.000 juegos de microfichas.
Estos filmes reproducidos reemplazan los antiguos que están gastados y proporcionan copias que se pueden distribuir para la investigación genealógica. Los originales permanecen en la bóveda. Aun cuando las copias las usa en forma primordial la Biblioteca de Historia Familiar de la Iglesia en Salt Lake City, también se distribuyen entre otras organizaciones sin fines de lucro, incluso sociedades de historia familiar e instituciones académicas.
Este esfuerzo mundial de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días incluye el trabajar en forma estrecha con gobiernos y archivistas para obtener las autorizaciones y observar en forma estricta las leyes de vida privada y las normas aceptadas de filmación y de preservación de registros.
La Iglesia no trata de filmar registros de personas vivas, sino que los registros son por lo general de gente que ha fallecido hace 100 años o más. Dado lo automatizado de los sistemas de registros de la actualidad, los Santos de los Últimos Días se unen a grupos genealógicos de todas partes del mundo en espera de tecnologías más eficientes en la preservación electrónica.
Pero a pesar de la tecnología disponible, las Bóvedas de Registros en la Montaña de Granito, dice Metcalfe, "son un testamento sorprendente de perseverancia y dedicación de miles de personas que han preservado los registros y de otras que los han filmado más tarde, protegiendo así los pocos indicios preciosos de las vidas de las personas en esta tierra".