Nota de prensa

Gordon B. Hinckley: ¿Cómo fue su legado en el Perú y en el mundo?

Cada 12 de marzo se conmemora el día en que Gordon B. Hinckley fue sostenido como Presidente de la Iglesia.

El 12 de marzo de 1995, Gordon B. Hinckley fue sostenido como Presidente de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, marcando el inicio de una administración caracterizada por la expansión, el servicio y el fortalecimiento de las familias. Durante su liderazgo, la Iglesia creció a un ritmo sin precedentes y se implementaron iniciativas que continúan bendiciendo la vida de millones de personas en todo el mundo.

Un liderazgo enfocado en el crecimiento y el servicio

Desde el comienzo de su presidencia, el presidente Hinckley enfatizó la importancia de acercar el evangelio a más personas. Bajo su dirección, se construyeron decenas de templos alrededor del mundo, permitiendo que más miembros de la Iglesia pudieran recibir las bendiciones sagradas de estos lugares santos sin la necesidad de viajar grandes distancias.

Además, promovió el Fondo Perpetuo para la Educación, un programa que brindó oportunidades de estudio a jóvenes en países en desarrollo, ayudándolos a acceder a educación superior y mejorar su calidad de vida. También presentó "La Proclamación sobre la Familia", un documento que reafirma la importancia de la familia dentro del plan de Dios y que ha servido como una guía para millones de personas.

Durante su tiempo como Presidente, la membresía de la Iglesia creció significativamente, con aproximadamente un tercio de los actuales miembros uniéndose durante su liderazgo.

Un legado en el Perú y en el mundo

El impacto del presidente Hinckley se sintió en muchas naciones, incluido el Perú, donde su visión contribuyó al fortalecimiento de la Iglesia. En 1970, visitó Lima y participó en la organización de la primera estaca en el país, lo que marcó un momento histórico para la comunidad de Santos de los Últimos Días en la región.

En aquella oportunidad, Hinckley compartió un mensaje de esperanza, asegurando que el crecimiento de la Iglesia en Perú sería extraordinario. Su visión se hizo realidad, pues décadas después, la Iglesia ha continuado creciendo y fortaleciendo a miles de familias peruanas.

Un hombre de impacto global

Antes de ser Presidente, Gordon B. Hinckley dedicó su vida al servicio en la Iglesia, desempeñándose durante 14 años como consejero en la Primera Presidencia y 20 años como miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles. Fue un defensor del uso de los medios de comunicación para compartir el evangelio y tuvo la capacidad de conectar con personas de diferentes culturas y creencias.

También recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su vida, incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad, la distinción civil más alta de los Estados Unidos, por su influencia positiva en la sociedad.

Un testimonio de fe y dedicación

Más allá de sus logros administrativos, Gordon B. Hinckley fue un hombre de profunda fe, cuyo testimonio de Jesucristo guió cada decisión que tomó. Su legado continúa vivo en la Iglesia, no solo en los templos que ayudó a construir o en las iniciativas que implementó, sino también en el ejemplo de servicio y amor que dejó para futuras generaciones.

Hoy, al recordar el día en que fue sostenido como Presidente de la Iglesia, su vida sigue siendo una inspiración para quienes buscan servir a Dios y fortalecer a sus familias.

Nota sobre la Guía de Estilo:Al publicar noticias o reportajes sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenga a bien utilizar el nombre completo de la Iglesia la primera vez que la mencione. Para más información sobre el uso del nombre de la Iglesia, visite nuestraGuía de estilo.