Es posible que conozca la historia de Job, un gran hombre que también sufrió terribles pérdidas y tragedias; hace mucho tiempo hizo esta pregunta: "Si un hombre muere, ¿volverá a vivir?"
La Pascua es un tiempo para recordar que tres días después de la muerte de Jesús, sus seguidores descubrieron que su cuerpo había desaparecido y que su tumba estaba vacía. Un ángel les preguntó:
"¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?" y luego explicó: "No está aquí, sino que ha resucitado" (ver Lucas 24:5-6).
Gracias a Jesucristo, hay una resurrección. Gracias a Él, la vida no es un callejón sin salida. Cada tumba es temporal. Tenemos un propósito que no terminará, y la belleza y el significado de nuestras vidas continuarán para siempre.
En este día, que sea lleno de la esperanza que se encuentra en Cristo, y encuentre "la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento" (Filipenses 4:7).
Todo gracias a Él.