La Iglesia es invitada a homenajes de las víctimas del Holocausto

Por invitación del Sr. Secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación, Lic. Claudoi Avruj, representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días asistieron a actos de homenaje a las víctimas del Holocausto en Buenos Aires y en Resistencia.

El lunes 29 de enero el Museo del Holocausto de Buenos Aires junto a Generaciones de la Shoá, Sherit Hapleitá y la AMIA realizaron, en el Auditorio de la AMIA, el Acto en la Ciudad de Buenos Aires por el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto. Durante dicho Acto, varios sobrevivientes de los campos de exterminio y descendientes de sobrevivientes encendieron velas que representaban seis aspectos distintos de la Shoá (Holocausto) y discursantes reafirmaron la importancia de nunca olvidar el horror de aquella época ni el coraje de los sobrevivientes.

Ese mismo día en La Casa de las Culturas, Resistencia, Chaco, se realizó un acto en memoria da la liberación de Auschwitz-Birkenau, el más grande de los centros de exterminio nazi. Las palabras de la Sra. Silvina de Rico, Directora de Asuntos Publicos de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días en Resistencia, transmiten las emociones de la noche. “anoche tuvimos el privilegio de acompañar a la Comunidad Judía en el Acto del Día Internacional en Conmemoración de la Memoria de las Víctimas del Holocausto. Digo privilegio por la riqueza humana que, a partir de dicha atrocidad, pudimos atesorar con mensajes valientes, de convicciones, de fe. Fuimos testigos directos del relato de Román Danon, sobreviviente del campo de exterminio de Auschwitz, su mensaje final tan simple pero tan lleno de contenido, “Quiero vivir! Sean buenos”. 

Luego comentó la Sra. Salinas, “No pudimos contener las lágrimas…somos todos hijos de un amoroso Padre”.

El decimoprimer Artículo de Fe de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días afirma: “Reclamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adores cómo, dónde o lo que deseen.”