La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días llevó a cabo una donación para beneficiar a miles de personas en México, consistente en equipo e insumos para fortalecer la capacidad operativa de 15 espacios humanitarios para migrantes y personas desplazadas.
En colaboración con la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano, -que tiene como objetivo atender, acompañar, acoger, asesorar a las personas que se encuentran en tránsito dentro del territorio mexicano- esta donación ayudará a brindar una mejor atención a los miles de personas que están de paso en nuestro país o que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
“Esta es una donación que nos ayudará a cumplir con nuestra misión de socorrer a quienes más lo necesitan”, comentó el padre Julio López Vivas, director de la Pastoral de Movilidad Humana.
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La Iglesia de Jesucristo ayudará a mejorar el equipamiento de once albergues para migrantes, así como de cuatro comedores comunitarios en varios estados de la República Mexicana. Se espera que este apoyo beneficie a más de 600 mil personas a lo largo del primer año, aunque el equipo e insumos tienen una vida útil mucho más larga por lo que el beneficio continuará durante varios años.
Estas casas del migrante proporcionan albergue, ropa, asistencia legal, alimentos y otros servicios a miles de migrantes que se encuentran de tránsito en México, provenientes de todas partes del mundo, principalmente del Caribe, así como de Centro y Sudamérica.
Los refugios y comedores requieren de la infraestructura física, el equipamiento y los insumos necesarios para brindar la atención que las personas requieren. Como resultado de estos esfuerzos por ayudar a los que más lo necesitan y promover la dignidad humana de todas las personas desplazadas, se realizó la donación de equipo de cocina y otros insumos que incluyen refrigeradores, purificadores, lavadoras industriales, colchones y ventiladores,
Iván Romo, de la presidencia de la estaca Ermita de la Ciudad de México, mencionó que “esta donación fortalecerá la capacidad de la Dimensión Pastoral de Movilidad Humana en su atención a personas migrantes, refugiadas o desplazadas. La protección de los Derechos Humanos es un enfoque prioritario de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Nos sentimos honrados de poder ayudar a todas estas personas a recibir la atención necesaria. Gracias por permitir que La Iglesia de Jesucristo pueda ayudar”.
Por su parte el Padre Julio López subrayó el hecho de que todos estos servicios que se otorgan a los migrantes y otros grupos en condiciones vulnerables no tienen ningún costo alguno para los beneficiarios por lo que destacó la colaboración con diversas asociaciones como la Iglesia de Jesucristo, que facilitan los recursos para que la Pastoral de Movilidad continúe con su misión.