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La Iglesia de Jesucristo dona equipo de última tecnología al Hospital de Clínicas

La ayuda beneficiará a los usuarios del Hospital, el cual desde ahora contará con equipo propio para seguir realizando operaciones sin costo a quienes lo necesiten

                  

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realizó la entrega de un Equipo Facoemulsificador al departamento de Oftalmología del Hospital de Clínicas en Montevideo.  El equipo, de origen alemán, es de última tecnología y permite realizar operaciones de cataratas. Esta ayuda beneficiará a los usuarios del Hospital, el cual  desde ahora contará con equipo propio a fin de poder continuar realizando operaciones sin costo a quienes lo necesiten.

La donación fue recibida por la Directora General del Hospital de Clínicas, Graciela Ubach, el profesor de la Cátedra de Oftalmología, Dr. Marcelo Gallarreta, e integrantes del servicio que participaron con su presencia haciendo uso de tapaboca y previo control al ingreso de la temperatura corporal, de acuerdo al protocolo sanitario vigente ante la pandemia del COVID-19. La Autoridad de la Iglesia en Uruguay,  élder Daniel Lattaro, Setenta de Area, representó a ésta junto a Carlitos Sandes del área de Ayuda Humanitaria. 

El Dr. Marcelo Gallarreta destacó la motivación percibida desde el aporte de la Iglesia, en ser movidos solo por hacer el bien. La Asistente Dra. Elena Traversa expresó que "la donación me parece excelente",  mencionando además la importancia que ésto tiene para enseñar a alumnos a operar con equipos de última tecnología.

Refiriéndose a la donación realizada por la Iglesia, el élder Lattaro expresó: "Nuestro Señor Jesucristo sanó de maneras milagrosas, mostrando una y otra vez su misericordia por el enfermo y afligido, qué bendición que tenemos hoy en día del milagro de la tecnología. Estos avances modernos en oftalmología, juntamente con la dedicación y profesionalismo de hombres y mujeres dedicados a servir al prójimo, devuelven la vista al ciego, brindan esperanza y perspectiva. En cierta manera, podemos ser Sus manos y Sus pies en estos tiempos. Cada vez que nos propongamos hacer el bien y procurar sanar a otros, siempre tendremos la mirada contemplativa de aprobación de nuestro Señor Jesucristo. Agradezco por el esfuerzo que día a día hacen los profesionales de la salud para obrar estos milagros modernos. Ruego que el Señor nos encuentre a todos sus hijos, siempre haciendo bienes, siendo solidarios, compasivos y desarrollando un amor y preocupación sincera similar a la que el Dios del Cielo tiene por todos sus hijos".

 

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