La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días emitie la siguiente declaración en cuanto a la inmigración:
Por todo el mundo el debate sobre la pregunta de la inmigración se ha vuelto muy intenso. Eso es especialmente cierto en los Estados Unidos. La mayoría de los americanos están de acuerdo en que el gobierno federal de los Estados Unidos debe asegurar sus fronteras y reducir o eliminar de manera efectiva el paso constante de inmigrantes indocumentados.
Como política interna La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desanima a sus miembros a entrar a cualquier país sin la documentación legal correspondiente y de permanecer deliberadamente cuando se haya vencido su visa.
Qué hacer con los 12 millones estimados de inmigrantes indocumentados que ahora residen en varios estados de los Estados Unidos es el desafío más grande en el debate de la inmigración. El asunto fundamental y moral para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es cómo nos tratamos los unos a los otros como hijos de Dios.
La historia de expulsiones masivas o mal trato de individuos o familias es causa de preocupación especialmente en donde la raza, cultura o religión están involucradas. Esto debe detener cualquier política que contemple el enfoque hacia un grupo determinado, particularmente si ese grupo viene de una cultura en especial.
Como todos los que están en ambos lados del debate de inmigración han notado, este asunto debe ser resuelto finalmente por el gobierno federal.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está preocupada de que las legislaciones que solo contengan provisiones de control no van a lograr llegar a una norma moral como hijos de Dios.
La Iglesia apoya propuestas en donde los inmigrantes indocumentados se les permita reconciliarse con la ley y que se les permita continuar trabajando sin que necesariamente esto les facilite obtener la ciudadanía.
En apoyo a la necesidad de una reforma migratoria en los Estados Unidos, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días apoya una propuesta equilibrada y civil a este problema desafiante, que sea completamente consistente con su tradición de compasión, su reverencia hacia la familia y su compromiso de obediencia a las leyes.