Este 21 de septiembre de 2024, tuvo lugar la jornada de limpieza de playas y cuerpos hídricos más grande del Ecuador, la cual es liderada por el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica; con el slogan “Limpiemos juntos, salvemos vidas”.

Esta iniciativa, se realizó en conmemoración al Día Internacional de Limpieza de Playas, que se celebra cada tercer sábado del mes de septiembre, cumpliendo con el objetivo de concientizar y sensibilizar a la población sobre su compromiso ambiental para la adopción de buenas prácticas de consumo responsable, prevención, minimización y reciclaje de los residuos y desechos sólidos, para evitar que su mala gestión genere impactos al ambiente, en este caso a los recursos hídricos y playas de nuestro país.
Los jóvenes de la Estaca Otavalo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se colocaron sus chalecos manos que ayudan y se sumaron a los voluntarios de las comunidades aledañas y de otras entidades para recoger los desechos y residuos que se encontraban en las orillas del Lago San Pablo ubicado en la ciudad de Otavalo, provincia de Imbabura. A través de esta iniciativa, los jóvenes lograron reconocer la importancia de no contaminar estos espacios naturales.
Cindy Cepeda, del Barrio San Pablo de la Estaca Otavalo, señaló que se sintió feliz al compartir con otros voluntarios en esta actividad y colocar su granito de arena para limpiar y proteger el lugar en el que ella vive. Además, recalcó la importancia de tomar conciencia en el cuidado y respeto del medio ambiente e invitó a más jóvenes a que participen de estas iniciativas subrayando que estás problemáticas nos competen a todos.

Christelle Riveros, jovencita del Barrio Rumiñahui de la Estaca Otavalo, mencionó que siempre había visitado este lago pero que no había notado la cantidad de contaminación que existía. “Después de participar de esta actividad, ahora me siento más consciente de la importancia que tiene cuidar nuestro planeta. Dios creo la tierra para que moremos en ella, nos entregó un hogar limpio y como sus hijos debemos protegerla” comentó.
"Cada acción cuenta para mejorar la calidad del agua y el entorno, con el objeto de asegurar que las generaciones futuras disfruten de un Lago San Pablo limpio y saludable” mencionó el director zonal 1 del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica; Christian Soria, quién agradeció a los voluntarios de la Iglesia de Jesucristo, así como a todos quienes participaron por su compromiso con el medio ambiente, al ser parte de esta importante misión.

Kevin Amaguaña, del Barrio San Pablo de la Estaca Otavalo, destacó la importancia que tiene involucrarse en el cuidado de nuestro hogar y de cómo el prestar servicio no solo le permitió ayudar a este entorno natural si no así mismo. “Siempre que ayudo me siento mejor conmigo mismo” dijo.
“Con esfuerzo y dedicación, se busca la recuperación del lago y devolverle su vitalidad natural, protegiendo la flora y fauna que dependen de él.
Con esta actividad, se consolidó un compromiso mutuo entre el Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica y la Iglesia de Jesucristo para futuros servicios en términos de capacitación medio ambiental, así como en actividades de servicio que promuevan el cuidado de nuestra naturaleza.