Mujeres y hombres jóvenes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días lograron recolectar 115 toneladas de alimento durante el día de servicio de la conferencia de la juventud FSY, por sus siglas en inglés (For the Strength of Youth).
El alimento fue entregado a 156 centros de acopio del Banco de Alimentos de México en todo el país durante los meses de julio y agosto de 2021. Se estima que esta donacón fue en beneficio de alrededor de 42 mil personas en estado vulnerable en diferentes partes del país.
Luis Cárdenas, coordinador del FSY en México, dice que la idea de que los jóvenes prestaran servicio recolectando y donando alimentos surgió a partir de una necesidad ya que muchas personas se han visto afectadas económicamente por la pandemia.
“Este año fue atípico porque la pandemia no nos permitía llevar a cabo los FSY”, dijo Cárdenas. “Fue bastante difícil que los jóvenes pudieran reunirse. Sin embargo, nos impresiona todo lo que los jóvenes pudieron llevar. Lo más importante de este proyecto fue la enseñanza que les dejó a estos jóvenes de despojarse de algo que ellos tienen, aunque sea poco, y darlo a los demás. Entonces más de lo que se dio, el mayor tesoro fue la enseñanza a los jóvenes de que ellos pudieron dar algo y beneficiar a alguien que está pasando por problemas por esta pandemia”.
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El Élder Argueta, quien junto a su esposa coordinó mayor parte del proyecto de servicio del FSY este año, dice que la donación histórica fue una bendición no sólo para las personas que lo recibieron, sino para los mismos jóvenes que la realizaron. Con ayuda de la plataforma “Sirve Ahora”, los jóvenes de la Iglesia de Jesucristo en México se adaptaron a las condiciones locales, y aún durante la pandemia pudieron ayudar a otros.
“Seguramente los jóvenes no conocerán a las personas que ayudaron, pero lo hicieron pensando en alguien que necesitaba de ellos, y esto es algo que a Jesucristo le gusta que hagamos”, expresó Argueta. “Nuestro Padre Celestial ama cuando seguimos el ejemplo de nuestro Salvador, y cuando lo hacemos podemos ser mejores cristianos, podemos ser más empáticos a las necesidades de los demás. Siempre un acto de bondad genera más actos de bondad, y eso es algo que los jóvenes se van a llevar en sus corazones”.
Daniel Blanco, quien tiene 16 años, y es del barrio Valle Verde, en la estaca Bosques en Tampico, dice que se siente feliz por poder haber contribuido a una buena causa durante su tiempo en el FSY. Dice que pudo poner en práctica las enseñanzas de su mamá que ha recibido desde pequeño de ayudar a personas que más lo necesitan, a pesar de que en su propio hogar también puedan estar pasando por situaciones complicadas.
“Nosotros tenemos un cajón donde guardamos todos esos alimentos. Lo abrimos y vimos más alimento del que acostumbramos tener. Pude llevar más y siento que también nos bendijo eso ya que pudimos comer nosotros con eso mismo. Fue un milagro muy hermoso”, expresó Blanco.
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Mónica Rosas, quien tiene 16 años de edad y es del barrio Libertad, estaca Atlixco, en Puebla, comenta que dar servicio al prójimo es como prestar servicio a Jesucristo. Rosas dice que con esta obra de servicio aprendió que puede marcar la diferencia en la vida de otras personas al ser más como Cristo.
“Me llena de gozo seguir a Jesucristo porque Él haría lo mismo”, dijo Ro