Miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días de la unidad denominada Estaca Puno Central viajaron a Bolivia para realizar ordenanzas de bautismo por sus antepasados, fortaleciendo lazos familiares eternos.
Del 29 de julio al 2 de agosto, cientos de jóvenes de la Estaca Puno Central de la Iglesia de Jesucristo participaron en una significativa obra vicaria en el Templo de Cochabamba, Bolivia. Con la supervisión de sus líderes eclesiásticos, los jóvenes llevaron 1 600 nombres para realizar ordenanzas sagradas de bautismo, mostrando su dedicación a la obra del templo y su compromiso con sus antepasados.
Las familias de la Iglesia de Jesucristo creen firmemente que las familias pueden estar juntas después de esta vida. Por ello, fortalecer las relaciones familiares, tanto con los vivos como con los fallecidos, es esencial. La realización de ordenanzas por sus antepasados es una manifestación de esta creencia y un acto de amor y devoción.
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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
La Estaca Puno Central cuenta con 950 miembros que envían nombres al templo, reflejando el fervor y la devoción de sus miembros hacia las ordenanzas del templo y la obra genealógica. Un miembro de la Iglesia puede ser bautizado a favor de una persona fallecida actuando como representante de esa persona, a menudo, uno de sus propios antepasados. Según las creencias de los Santos de los Últimos Días, una persona que ha muerto conserva el derecho de tomar decisiones en el mundo espiritual, y la aceptación de la ordenanza del bautismo abre el camino al progreso continuo. Los bautismos por los muertos se realizan exclusivamente en los templos.
A pesar de la considerable distancia, los jóvenes mostraron entusiasmo y compromiso en fortalecer su fe. Fieles al llamado del profeta de pasar más tiempo en el templo, encontraron en este lugar de paz una oportunidad para contribuir al servicio vicario y fortalecer sus lazos espirituales y familiares.
Esta experiencia no solo reforzó su devoción, sino que también les permitió vivir una experiencia única y profundamente significativa, alineada con los principios y valores que la Iglesia promueve. La dedicación y el sacrificio de estos jóvenes son un testimonio vivo de su fe y su amor por sus antepasados y por la obra del templo.
La participación en actividades como esta refleja el profundo compromiso de los miembros de la Iglesia con sus creencias y su deseo de vivir y promover valores familiares y espirituales que trascienden generaciones.