Jóvenes de entre 12 y 17 años del Barrio Paraíso de Barranquilla, junto con sus líderes, vivieron una experiencia enriquecedora que fortaleció su cuerpo, mente y espíritu. Antes de retomar sus clases escolares, decidieron tomarse un tiempo para reconectarse con la sencillez de su entorno y participaron en un campamento en un ambiente natural y tranquilo, a pocas horas de la capital del Atlántico. Durante la jornada, los 23 jóvenes disfrutaron de momentos de alegría, desafíos, compañerismo y reflexión, reforzando su crecimiento personal y su visión sobre el propósito y significado de sus acciones.
El campamento se desarrolló bajo la premisa “Mirad hacia mí” (D&C 6:36), lema de la juventud para el año 2025. Durante la actividad, los participantes enfrentaron desafíos inspirados en pasajes de las escrituras, poniendo a prueba su conocimiento y reflexión.
Uno de los jóvenes compartió su experiencia en un espacio de preguntas, donde debían responder con referencias bíblicas. Mencionó el pasaje de Enós 1, que narra cómo Enós oró durante todo el día. A raíz de esta reflexión, destacó que Dios siempre escucha nuestras oraciones y permanece con nosotros, aunque sus respuestas no siempre llegan en el momento que esperamos, sino en el tiempo adecuado y según su voluntad.
El líder local, Miranda, estuvo a cargo de una de las estaciones de retos, donde los participantes debían lanzar un aro y encestarlo en un cono, un desafío que resultó más difícil de lo esperado. Sin embargo, algo llamó su atención: en un momento, el equipo decidió confiar en un joven que parecía tener más habilidad para encestar, aunque no destacaba en el conocimiento de las escrituras. Esta situación le llevó a reflexionar sobre cómo, al igual que esos jóvenes confiaron en quien parecía más apto para la tarea, cada persona deposita su confianza en Jesucristo.
El campamento reunió tanto a nuevos conversos como a jóvenes activos, brindándoles una valiosa oportunidad para fortalecer su fe y sentir el amor de Dios. Además, fue un recordatorio de que cada persona es única y valiosa, y que todos, sin importar nuestras habilidades, tenemos un propósito y un papel importante en la comunidad.
Emmanuel Hernández compartió que durante el campamento realizaron actividades centradas en Jesucristo y en el Libro de Mormón, destacando la historia de Nefi y la importancia de seguir el camino correcto, confiando en la guía de quienes tienen autoridad. Esta actividad fue especialmente significativa para los jóvenes, ya que les permitió elevar su mirada más allá de la rutina, las distracciones y las influencias del mundo, en un ambiente de paz y reflexión. Por su parte, Santiago Cano destacó la experiencia al afirmar: “Nos ayudó a acercarnos a Cristo y a compartir nuestro testimonio".
Durante el campamento, los jóvenes vivieron una experiencia enriquecedora, sintiendo amor, guía e inspiración que les permitió fortalecer su crecimiento personal y espiritual. Valoraron estos momentos de aprendizaje y conexión, y expresaron su deseo de seguir participando en espacios que nutran tanto su desarrollo individual como su sentido de comunidad.
Al finalizar la actividad, los miembros del cuórum de élderes del Barrio Patio Bonito experimentaron un profundo crecimiento personal al servir a los demás. A través de este gesto solidario, reafirmaron el impacto positivo del servicio desinteresado y la importancia de brindar apoyo a quienes más lo necesitan. Esta experiencia les permitió reflexionar sobre el valor de la empatía y demostrar que incluso una acción sencilla, como compartir un desayuno o una sonrisa, puede marcar la diferencia en el día de una persona.
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