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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Con el propósito de fomentar espacios de integración, diversión y aprendizaje, un grupo de mujeres, hombres jóvenes y amigos de la Iglesia de la Estaca Cartagena participaron activamente de dos campamentos planeados para cada organización en diferentes fechas. Las jornadas se llevaron a cabo en “El Nisperal” una finca ubicada en Turbaco, en Cartagena y contó con la participación de más de 50 asistentes por campamento: entre jóvenes y líderes locales de la Iglesia.
Los jóvenes fueron invitados a procurar experiencias significativas previas al campamento y a participar activamente de seminario, asistir al templo y realizar actividades de servicio. Además, tuvieron la oportunidad de prepararse temporalmente, recaudando fondos para el campamento, aprendieron a hacer postres y distintos alimentos para venderlos y costear su experiencia.
Durante las jornadas, los asistentes participaron de una serie de actividades deportivas, lúdicas y algunas con enfoque espiritual, entre ellas: clases de primeros auxilios, talleres de pintura, club de lectura de las escrituras, campeonatos de voliglobo y estudios del manual ‘Para Fortaleza de la Juventud’. Además, disfrutaron de tiempos de meditación, noche de cine, clase de zumba, noche de testimonios y fogata, show de talentos, entre otras. Cada unidad estuvo a cargo de enseñar un talento o habilidad a los demás jóvenes, lo que permitió que ellos mismos lideraran y desarrollaran sus dones mientras los compartían con otros.
Christine Gonzales, asistente al campamento, expresó: “Mi experiencia fue muy gratificante, porque además de lo espiritual pudimos trabajar los demás aspectos: tanto el social al poder socializar con todas las jóvenes y hacer juegos y actividades; el espiritual porque siempre, independientemente de lo que hiciéramos estábamos conectadas con nuestro Padre Celestial; en el físico porque hubo muchas actividades donde pudimos trabajar nuestro cuerpo; y en el intelectual porque hubo muchas actividades donde pudimos aprender y desarrollar otras habilidades”.
Por su parte, Sebastián Andrés Gómez, participante, comentó: “A lo largo de toda mi vida he asistido a muchos campamentos, este viene siendo mi último. Este último lo sentí un poco nostálgico, me gustó bastante porque me permitió darme cuenta de la importancia de la experiencia de un campamento, las cosas buenas que pasan en un campamento, y como fortalecen nuestra fe. Recomendaría asistir a un campamento a alguien que no es miembro de la iglesia, es una excelente experiencia.”
Eliana Villa, líder de las mujeres jóvenes de la estaca, expresó: “el campamento fue muy gratificante para todos, tanto para las jóvenes como para aquellos que lo preparamos. Se que estos espacios que se preparan para los jóvenes son experiencias únicas para ellos y les ayudan a mejorar su relación con Dios.”
Los campamentos brindan oportunidades de edificar la hermandad y la unidad. Los campamentos pueden ofrecer a los jóvenes un lugar tranquilo, una nueva ubicación, una perspectiva diferente y una comprensión más profunda de los sentimientos de otras personas, a medida que comparten con otros.