En un mundo que necesita unidad, alrededor de 500 líderes internacionales, incluidos seis representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se congregaron esta semana en Sudáfrica para el foro interreligioso anual del G20 (IF20). El objetivo fue promover un mundo más inclusivo y ético mediante el diálogo y el servicio a los más necesitados.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
“Este foro es una oportunidad, dada por Dios, para determinar cómo podemos continuar colectivamente marcando una diferencia para bien en la vida de los demás”, expresó el élder Thierry K. Mutombo, presidente del Área África Central de la Iglesia. “Debemos dejar de buscar razones para dividirnos y, en cambio, encontrar oportunidades para ser uno y servir juntos. Colectivamente hemos desempeñado y podemos seguir desempeñando un papel vital como agentes de cambio. Nuestro mayor gozo llega cuando ayudamos a nuestros hermanos y hermanas”.
Las declaraciones del élder Mutombo se dieron en una sesión del 11 de agosto, donde distintos líderes religiosos reflexionaron sobre los principales desafíos de la conferencia. El élder destacó la labor humanitaria que la Iglesia realiza en diversos países en todo el mundo y señaló que los Santos de los Últimos Días mantienen una afinidad especial con quienes atraviesan sufrimiento.
“Como hijos e hijas de Dios, todos somos hermanos y hermanas”, agregó. “Prestamos atención a una enseñanza del Antiguo Testamento: 'Abrirás tu mano a tu hermano, a tus pobres y a tus necesitados'".
Fuente: newsroom.churchofjesuschrist.org