Podría decirse que la vida es un cúmulo de decisiones. Si bien es cierto que estamos rodeados de personas y problemas, ellos no determinan nuestro curso. Claro que nos vemos sujetos a cosas que no podemos controlar, pero lo que realmente nos hace ser como somos es la forma como reaccionamos ante ellas. Nuestra felicidad, la manera de ver la vida, y nuestro mismo destino, son moldeados por las decisiones que tomemos, y no por el entorno.
Una sencilla analogía explica esta verdad: Imagine una olla de agua hirviendo. Si pone un huevo y una papa en el agua, después de un rato el huevo se endurecerá y la papa se ablandará. Aun cuando ambas cosas están en agua hirviendo, responden distinto.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
A veces la vida parece ser una olla de agua hirviendo, ¿cierto? En cierto momento, todos enfrentamos pesares y adversidad, pero al igual que con el huevo y la papa, la misma agua hirviendo nos afecta a todos de un modo diferente. Podemos dejar que las pruebas nos endurezcan el corazón, nos hagan más insensibles hacia los demás, y más cínicos y pesimistas hacia la vida.
Por otro lado, si conservamos la esperanza y la humildad, esas mismas pruebas podrían, en cambio, ablandarnos el corazón. Con el tiempo, seremos más compasivos con otras personas con similares retos; más pacientes, más misericordiosos, y menos prejuiciosos, y veremos en nuestros desafíos oportunidades para identificar y corregir nuestras faltas. Entonces, no solo que nos habrá ablandado la prueba, sino que nos habrá hecho mejores.
Estamos acostumbrados a referirnos a ser blandos como una debilidad pero, en este caso, es una muestra de fortaleza. Es la decisión de vivir de tal modo que ni siquiera las peores dificultades lleguen a debilitarnos. Es una decisión de ver las pruebas, no como un obstáculo a la felicidad, sino como un medio que nos permita ser más felices. Así que, cuando sienta que se está ahogando en agua hirviendo, recuerde el huevo y la papa; decida sacar el mejor provecho de sus circunstancias y prefiera ablandarse.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)