La vida puede ser una montaña rusa, con subidas empinadas, tramos de calma, y precipitadas caídas a gran velocidad. Algo interesante en cuanto a los vaivenes de la vida es que todos son diferentes, así que no vale la pena comparar nuestra experiencia particular con la de otras personas.
Se le atribuye a Mark Twain el dicho: “Al comparar damos muerte a la dicha”. Comparar nuestra vida, circunstancias, familia y finanzas con las de los demás, destruye no solo la dicha sino también la paz y la tranquilidad. Además, no es para nada práctico. Cuando en nuestra montaña rusa vamos en picada, en la de alguien más quizá haya un tramo tranquilo, y viceversa. El mirar hacia atrás, hacia arriba, hacia abajo o a los costados, puede causarnos confianza excesiva, o marcado desconcierto. Siempre habrá alguien que parecerá tener una vida mejor, más dinero, más éxito, gozar más salud y felicidad, contar más amigos y divertirse más.
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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Lo que crea más problemas aún son las imágenes de perfección que abundan en las redes sociales. Alguien comentó: “Tales imágenes no solo son falsas, sino que además interfieren con nuestra capacidad de alcanzar la máxima autenticidad y el mayor potencial”.
Como es el caso con muchos de nosotros, a una pareja le llevó casi toda una vida comprender que sus continuas comparaciones con otras personas causaban enorme infelicidad en ellos. Claro que siempre había margen para mejorar, pero también se dieron cuenta de las muchas oportunidades que sus circunstancias presentes les ofrecían, así que decidieron que en vez de comparar, más bien contarían sus bendiciones. En vez de competir, sencillamente aceptaron y valoraron a quienes les rodeaban. En vez de tratar de estar a la par de ellos, hallaron formas de servirles y de regocijarse en sus éxitos. La decisión de ya no compararse a nadie fue tomada a plena conciencia.
Esa pareja descubrió que la montaña rusa de la vida es menos estresante cuando, en vez de obsesionarnos con lo que sucede a nuestro alrededor, simplemente disfrutamos la experiencia.
Fuente: Música y palabras de inspiración.