Somos más fuertes de lo que pensamos. Es fácil olvidar eso en medio de las tormentas de la vida, cuando la adversidad nos deja con una sensación de conmoción y debilidad. Pero un árbol que se dobla con el viento no es necesariamente débil. Así como las raíces invisibles que se encuentran en las profundidades del suelo dan estabilidad al árbol, nosotros también tenemos una fuerza que se puede ocultar incluso a nosotros mismos. De hecho, a menudo se revela solo en momentos de desafío.
Aun así, se necesita mucha energía para permanecer de pie en una tormenta, y podríamos preguntarnos si tenemos lo que se necesita. Pero en realidad, como dijo un escritor: “[también] se necesita mucha energía emocional para ser débil. ¡Ser miserable y triste y ... desanimado y temeroso requiere mucho trabajo! Piense en toda la energía emocional que entra en esas elecciones…. Ahora considere cuánta energía emocional se necesita para ser fuerte. Se necesita esfuerzo para ser fuerte y valiente y positivo y valiente, pero ... requiere menos energía que elegir ser débil ”.
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Entonces, si nuestra energía emocional es limitada, ¿por qué desperdiciaríamos algo de ella en emociones negativas o pensamientos desalentadores? ¿Por qué no dedicar toda la energía que tenemos, aunque no parezca mucha, a elegir ser fuertes?
Aunque cada situación y la vida de cada persona es única, es útil mirar ejemplos de aquellos que, poco a poco, día a día, eligen la fuerza y la determinación. Quizás sea una madre que aprendió a amar y cuidar, a pesar de haber crecido en un hogar donde no disfrutaba mucho del amor o la crianza. O tal vez sea un padre que hizo todo lo posible por encontrar trabajo, y luego trabajó duro, incluso con perspectivas de empleo menos que ideales.
Es posible que conozca a alguien que, en su juventud, fue rechazada por sus compañeros, pero que de adulta se ha vuelto especialmente compasiva con aquellos que son ignorados. O tal vez conozca a un adolescente que fue excluido de un equipo deportivo de la escuela secundaria, pero continuó probando año tras año, hasta que finalmente fue nombrado director del equipo. Todos descubrieron, durante sus tormentas personales, una fuente de fuerza disponible para todos nosotros: la energía emocional para elegir ser fuertes.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)