| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
La apertura de un templo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días antes de su dedicación es un evento significativo que genera emoción y expectativa entre los miembros de la Iglesia y la comunidad en general. Estas puertas abiertas ofrecen una oportunidad única para que las personas visiten el templo antes de que se dedique oficialmente, brindando una experiencia especial de reflexión, espiritualidad y conexión con Dios.
El significado de las puertas abiertas
Las puertas abiertas de un templo representan un gesto de bienvenida y apertura hacia la comunidad. Estas sesiones están abiertas a personas de todas las religiones y creencias, lo que permite que aquellos que no son miembros de la Iglesia tengan la oportunidad de conocer el interior de un templo y aprender sobre su propósito y función. Este acto de apertura refleja el deseo de compartir las bendiciones del templo con el mundo.
La oportunidad de reflexión
Para los miembros de la Iglesia, las puertas abiertas ofrecen la oportunidad de reflexionar sobre su fe y compromiso. Al entrar en el templo, pueden recordar las promesas y convenios que han hecho y renovar su compromiso de seguir los principios del Evangelio restaurado. La atmósfera tranquila y reverente del templo invita a la introspección y la oración.
La belleza y el simbolismo del Templo
Los templos de La Iglesia de Jesucristo son conocidos por su belleza arquitectónica y su cuidada decoración. Las puertas abiertas permiten a los visitantes apreciar la artesanía y el simbolismo que se encuentran en todo el templo. Los murales, vitrales y diseños interiores a menudo representan pasajes de las Escrituras y conceptos doctrinales, lo que brinda a los visitantes la oportunidad de conocer más sobre la fe y las creencias de la Iglesia.
La promesa de bendiciones eternas
Una parte importante de las puertas abiertas es educar a las personas sobre la creencia en las bendiciones eternas que se obtienen a través de las ordenanzas realizadas en el templo. Los guías o misioneros voluntarios a menudo están disponibles para responder preguntas y explicar la importancia de estas ordenanzas, como el sellamiento de familias para la vida eterna.
Un evento de unidad y celebración
Las puertas abiertas de un templo son un momento de unidad y celebración para la comunidad de la Iglesia. Los miembros y sus familias a menudo visitan el templo juntos, lo que fortalece los lazos familiares y espirituales. La apertura de un templo es una señal de crecimiento y fortaleza de la Iglesia en una determinada región, y los miembros la celebran con gratitud y alegría.
Las puertas abiertas de un templo son una experiencia especial que une a la comunidad y brinda una oportunidad de reflexión y espiritualidad. Estos eventos son un testimonio de la importancia que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días otorga a sus templos como lugares de adoración, servicio y bendición para las familias y las generaciones futuras. Las puertas abiertas son un recordatorio de la importancia de la fe y la unidad en la comunidad religiosa y una oportunidad para compartir las bendiciones del templo con el mundo.
El Templo de Los Olivos será dedicado el domingo 14 de enero de 2024, en dos sesiones (10:00 a. m. y 1:30 p. m.) por el élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles.
La jornada de puertas abiertas al público del Templo de Los Olivos comenzará el viernes 10 de noviembre y continuará hasta el sábado 9 de diciembre de 2023, excepto los domingos. El lunes 6 de noviembre se llevará a cabo un día de medios de comunicación, después del cual invitados recorrerán el templo desde el martes 7 de noviembre hasta el jueves 9 de noviembre, para luego estar abierto al público en general. Las sesiones dedicatorias serán transmitidas a todas las unidades del distrito del Templo de Los Olivos.
Perú, ubicado al noroeste a lo largo de la cordillera de los Andes y la costa del Pacífico de América del Sur, es el hogar de unos 630,000 Santos de los Últimos Días en casi 780 congregaciones. La primera congregación en Perú se organizó en julio de 1956, y los primeros misioneros en Perú comenzaron a predicar en agosto de ese año.
El Templo de Los Olivos será el segundo en la ciudad. El Templo de Lima Perú, dedicado en 1986, fue la tercera casa del Señor construida en América del Sur. Otros dos templos están en funcionamiento en Perú en las ciudades de Arequipa y Trujillo. También hay planes para construir templos en las ciudades de Chiclayo, Cusco e Iquitos.