La familia como base

Gran parte de todo en Filipinas parece centrarse en la familia. Se ven relaciones familiares muy unidas, no solo entre padres, hijos y hermanos, sino a través de varias generaciones. Un abuelo, un sobrino, una cuñada, un primo segundo, todos son simplemente familia, y eso significa que se aman, se cuidan y, muy a menudo, viven cerca. Es parte de la cultura filipina de amor y fuerza familiar, por lo que no es de extrañar que la gente en Filipinas sea conocida por poner a la familia en primer lugar.

Se ha dicho que "si solo hay una cosa por la que los filipinos caminarán hasta los confines de la tierra, definitivamente es por la familia. No hay nada que no harían por la felicidad, la comodidad y la seguridad de sus familias" (véase "La importancia de la familia en Filipinas", por Patrick, discoverthephilippines.com). Cada año, la cuarta semana de septiembre es la Semana Nacional de la Familia en Filipinas. Durante esta semana, las iglesias, las empresas, el gobierno, los medios de comunicación y, por supuesto, las familias se unen para reconocer, en palabras de la Constitución de Filipinas, "la familia filipina como la base de la nación". La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha sido un firme partidario de la Semana de la Familia, promoviendo el lema "Edificar familias para siempre". Esta querida celebración anual afirma que las familias fuertes no solo son esenciales para una sociedad productiva; también son fundamentales para una vida feliz (ver "La Iglesia de Jesucristo celebra la 31ª Semana Nacional de la Familia; Anima a los filipinos a 'construir familias para siempre'", 3 de octubre de 2023, news-ph.churchofjesuschrist.org).

Esta es la razón por la que, a pesar de que hay mucho trabajo importante por hacer en el mundo, el trabajo más grande que "jamás haremos será dentro de las paredes de [nuestros] propios hogares" (véase "Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Harold B. Lee", publicado en 2000, pág. 134), como enseñó un sabio líder religioso hace muchas décadas. Y trabajo es la palabra adecuada para ello. Al igual que sentar las bases de un edificio fuerte, fortalecer una familia es un trabajo duro, pero también es un trabajo de amor. Requiere sacrificio, paciencia, humildad y mucho perdón. Seguramente Dios ve y honra tales esfuerzos, y nos lleva a través de cada dificultad, porque Él sabe que la familia es importante en el tiempo y en la eternidad.

Ninguna familia es perfecta, pero vale la pena salvarla, fortalecerla y protegerla. Un edificio es tan fuerte como sus cimientos, y es por eso que, hoy más que nunca, el mundo necesita familias fuertes.

Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)