La hermana Browning reflexiona sobre ‘preservar’ y su significado en la relación con el Padre y el Hijo

Esta historia aparece aquí por cortesía de TheChurchNews.com. No es para uso de otros medios.

Por Scott Taylor

A la hermana Tracy Y. Browning recientemente le llamó la atención la palabra “preservar” mientras estudiaba las Escrituras.

“Una pequeña semilla se plantó en mi mente”, relató la hermana Browning, segunda consejera de la presidencia general de la Primaria, durante el devocional del martes, 14 de febrero en la Universidad Brigham Young. “Posteriormente, sentí que me encontraba esta palabra en todas partes”.

Lo notó al leer otras cosas, lo escuchó en conversaciones informales e incluso lo encontró al caminar por un pasillo en la tienda de comestibles. Sintiéndose impresionada de estudiar la palabra, la hermana Browning aprendió que “preservar” significa: mantenerse a salvo de lesiones o daños; proteger, mantener vivo o intacto; y para salvaguardar, asegurar, defender, cobijar, escudar y dar refugio.

Mientras reflexionaba sobre esas definiciones, pensó en lo que estaba tratando de preservar, defender o mantener vivo en su propia vida y de este ejercicio surgieron algunas observaciones.

“Primero, nuestro deseo de preservar algo indica su valor en nuestras vidas”, dijo. “Segundo, queremos preservar estas cosas preciosas porque sabemos que son susceptibles de sufrir daño, deterioro, erosión o incluso destrucción. Y tercero, solo querer preservar algo no es suficiente. Tenemos que tomar medidas observables para proteger las cosas que valoramos y prevenir cualquier corrupción dañina”.

Con este entendimiento, dijo que pudo discernir lo que el Espíritu estaba tratando de enseñarle: “Él quería que evaluara, ante todo, cómo puedo preservar mi fe en el Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo y mi relación con Ellos”.

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Considerando los pasos observables que Dios da para preservar Su relación con ella, la hermana Browning dijo que puede discernir un modelo que le enseña cómo preservar su relación recíproca con Él.

Ella compartió cuatro formas en que Dios obra para preservar Su relación con Sus hijos — e incluyó preguntas para animar a los oyentes en sus esfuerzos por preservar las relaciones recíprocas.

1. ‘Dios nos envió a Su Hijo, Jesucristo, para expiar por nosotros’

“Un Padre amoroso y sabio nos envió a Jesucristo para redimirnos de los efectos del pecado, asegurando que no nos quedemos en un estado perpetuo de alejamiento de Dios”, dijo la hermana Browning. “En cambio, a través del don de la misericordia divina de nuestro Salvador, a todos se nos otorga incondicionalmente la inmortalidad y el regreso a la presencia de Dios para ser juzgados”.

Sus preguntas:

“¿Seremos más plenamente sus devotos discípulos?

“¿Tomaremos más plenamente Su nombre sobre nosotros?

“¿Seremos más responsables y nos arrepentiremos cuando no lo seamos?

“¿Nutriremos nuestro testimonio de Él, de Su evangelio y de Su Iglesia, para que no estén sujetos a ‘secarse’ (Alma 32:38)?

“Y cuando nuestro Salvador nos pregunte: ‘¿Me amas?’, ¿se reflejará nuestra respuesta en una vida de lealtad a Su amor?”

2. Dios ha enviado Su palabra a través de las Escrituras y los profetas y apóstoles de la actualidad

“Otra señal clara de cuánto nos valora Dios es que Él nos da el poder preservador y protector de Su palabra”, dijo la hermana Browning, y luego citó la promesa de Nefi: “Quienes escucharan la palabra de Dios y se aferraran a ella, … no perecerían jamás; ni los vencerían las tentaciones ni los ardientes dardos del adversario para cegarlos y llevarlos hasta la destrucción” (1 Nefi 15:24).

Sus preguntas:

“¿Escucharemos más intencionalmente sus enseñanzas, permitiéndoles tener una mayor influencia en nuestros pensamientos, acciones y decisiones?

“¿Nos ‘aferraremos’ a la palabra de Dios cuando vengan las tentaciones, las pruebas o los desafíos, para que no seamos vencidos?

“¿Consideraremos la siguiente promesa que nos hizo el profeta de Dios, el presidente Russell M. Nelson (en inglés), y confiaremos en que Dios la honrará en nuestra vida?”

En la conferencia general de octubre de 2017 (en inglés), dijo: “Les prometo que, si cada día estudian el Libro de Mormón con espíritu de oración, cada día tomarán mejores decisiones. Les prometo que cuando mediten en lo que estudien, se abrirán las ventanas de los cielos y recibirán respuestas a sus preguntas y dirección para su vida. Les prometo que, si cada día se sumergen en el Libro de Mormón, estarán vacunados contra los males de esta época”.

3. Dios ha ofrecido una relación más profunda y salvación a través de los convenios con Él

“Las promesas más importantes que hacemos con Dios son las que hacemos a través de los convenios”, dijo la hermana Browning, y agregó que las grandes y preciosas promesas “están asociadas con las ordenanzas y los convenios que hacemos con Dios el Padre, por medio de Su Hijo Jesucristo. Y Dios nos pide que participemos de ellos para que Él pueda preservarnos de la corrupción del mundo”.

Sus preguntas:

“¿Trataremos de buscar más gozo al estar unificados con el Padre Celestial y Jesucristo a través de los convenios?

“¿Regresaremos cada semana a nuestros centros de reuniones para participar de la Santa Cena del Señor en memoria y renovación de nuestros convenios?

“¿Nos prepararemos para entrar en la casa del Señor y disfrutar de los convenios que allí se ofrecen?

“¿Entonces regresaremos al templo — ‘con regularidad una cita con el Señor para estar en Su sagrada casa, y después asistir a esa cita con exactitud y gozo?’” (Véase el discurso de la conferencia general del presidente Nelson de octubre de 2018 [en inglés]).

4. Dios envió Su Espíritu para estar con nosotros

“El Espíritu Santo es la fuente de testimonio y revelación personal”, dijo la hermana Browning. “Él puede guiarnos en nuestras decisiones y protegernos del peligro físico y espiritual. Mediante Su poder, somos santificados — o apartados o santificados — cuando nos arrepentimos, recibimos ordenanzas salvadoras y guardamos nuestros convenios”.

Sus preguntas:

“Como hacedores y observadores de convenios, ¿trataremos de ‘recordarle siempre’ al Salvador y guardar Sus mandamientos, para que ‘siempre podamos tener su Espíritu con [nosotros]’ (Moroni 4:3)?

“¿Oraremos por la inspiración para saber lo que Dios quiere que hagamos, y por el poder y la capacidad para hacerlo?

“¿Pondremos ‘[nuestra] confianza en ese Espíritu que induce a hacer lo bueno, sí, a obrar justamente, a andar humildemente, a juzgar con rectitud’ (Doctrina y Convenios 11:12)?

“¿Seguiremos mejor los susurros espirituales que recibimos de una manera que permita que la voz de Dios prevalezca en nuestra vida?

“¿Buscaremos, con mayor sinceridad e intención, el testimonio confirmador del Espíritu acerca de Dios el Padre y Su Hijo Jesucristo, de las verdades del evangelio y de las ordenanzas salvadoras que se encuentran únicamente en la Iglesia del Salvador?”.

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La hermana Browning concluyó testificando que Dios siempre está tratando de hablar con Sus hijos y comunicarles Su amor. “Ustedes son Su prioridad. Él ha brindado y continuará brindando innumerables formas de demostrar nuestro valor y prioridad”, dijo.

“Retribuyamos con gozo su amor haciéndolo la prioridad predominante en nuestra vida. Y luego, preservemos esa relación siguiéndolo fielmente como Sus discípulos, aferrándonos a Su palabra, haciendo y guardando convenios con Él, y buscando la compañía constante de Su Espíritu”.