La Iglesia ayuda a un nuevo centro de Utah a sanar el abuso infantil

Se ha alcanzado un hito significativo en las labores por proteger a los niños de los condados de Weber y Morgan en Utah (EE. UU.). El 22 de mayo de 2025, en Ogden, diversos líderes estatales, comunitarios y religiosos se reunieron para celebrar la apertura del nuevo Weber-Morgan Children's Justice Center [Centro de Justicia para Menores de Weber-Morgan; o CJC, por sus siglas en inglés].

El centro, ubicado en 1845 Jackson Ave., es un espacio acogedor y seguro que ayuda a atender la creciente demanda de servicios relacionados con delitos contra los niños. Su existencia ha sido posible gracias a donaciones de muchos grupos, incluyendo contribuciones significativas de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Download Photo

“Es muy importante oponerse al abuso y darse cuenta de la importancia no solo de la prevención, sino también de la necesidad de denunciar y de la posterior sanación”, dijo Emily Belle Freeman, Presidenta General de las Mujeres Jóvenes de la Iglesia, quien visitó el nuevo centro el jueves por la mañana. “Esa sanación comienza en un lugar como este, donde se puede contar ese relato; y es a través de contarlo que se produce la sanación. Me encanta lo que nos enseña el Salvador en cuanto a acudir a donde se encuentran las personas y permitir que la sanación comience en ese mismo lugar para lograr dejarlo atrás”.

El nuevo CJC es un proyecto colaborativo para brindar apoyo integral a niños que lidian con el trauma del abuso o maltrato. Servirá como lugar donde llevar a cabo entrevistas forenses en un entorno amable para los niños, realizar pruebas médicas y acceder a servicios de apoyo.

El diseño del centro da prioridad a la comodidad y al bienestar emocional de los niños, ayudándolos a sentirse seguros y protegidos durante una época difícil

“Es un centro que, básicamente, transmite la sensación de ser un hogar”, dijo el fiscal general de Utah, Derek Brown, cuya oficina administra los CJC. “Transmite la sensación de ser un lugar relajante, donde pueden ir los niños y estar a gusto, que es exactamente lo que queremos para ese tipo de situaciones. Mi esperanza es que los miles de niños que entren por esas puertas se sientan a gusto, que este sea un lugar de sanación y que esa sanación comience aquí”.

El élder Kevin W. Pearson, Presidente del Área Utah de la Iglesia, dijo que le impresionó el sentimiento de esperanza que experimentó al caminar por el centro y al escuchar las palabras de dos supervivientes de situaciones de abuso durante la ceremonia del corte de la cinta inaugural que tuvo lugar el jueves por la mañana.

“El abuso o maltrato de cualquier tipo es algo repugnante para nuestro Padre Celestial y para el Salvador”, dijo el élder Pearson. “Queremos hacer todo lo posible para usar nuestra voz y amplificarla a fin de que la gente sepa que esto no es aceptable de ninguna manera”.

El apoyo continuo de la Iglesia a los Centros de Justicia para Menores

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene un compromiso de larga duración con la protección de los niños y para proporcionar recursos con los que ayudarlos a sanar. En ese compromiso se incluye el apoyo continuo a los CJC en Utah.

En enero de 2021, la Iglesia donó 300 000 dólares estadounidenses para ayudar al CJC a comprar una segunda ubicación en el condado de Utah. En 2017, los líderes de la Iglesia visitaron el South Valley Children's Justice Center en West Jordan, Utah, y entregaron una donación de 120 000 dólares para suministros médicos para las víctimas de abuso infantil. En 2015, la Iglesia donó 100 000 dólares estadounidenses al Children's Justice Center para su funcionamiento continuo y para la obtención de capacitación especial.

“Me siento agradecido por que haya personas que dedicarán y entregarán su vida a tratar de sanar y ayudar a gente a la que ni siquiera conocen”, dijo el élder Pearson. “Hemos colaborado durante mucho tiempo con los Centros de Justicia para Menores y seguiremos haciéndolo”.

Estas donaciones han facilitado la ampliación de los servicios, han mejorado las instalaciones y han proporcionado recursos cruciales para los niños y las familias afectados por el abuso o maltrato. Las contribuciones de la Iglesia han mejorado de manera directa la capacidad de los CJC para ofrecer asesoramiento, información sobre servicios legales, apoyo a las fuerzas del orden público y realizar pruebas médicas.

La apertura del Weber-Morgan Children's Justice Center supone una nueva etapa en las labores continuas por proteger a los niños de la región. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días tiene el honor de haber contribuido a poner este recurso vital a disposición de la comunidad y mantiene su compromiso de apoyar iniciativas que salvaguarden el bienestar de los niños.

“La Iglesia nos ha apoyado enormemente para poder utilizar este edificio al donar a la causa”, dijo Scott Brenkman, director ejecutivo del Weber-Morgan Children's Justice Center. “Hemos recibido donaciones de muchas instituciones del gobierno de la ciudad, del condado y de donantes privados, pero la Iglesia aportó donaciones enormes y nos apoyó mucho. Están muy comprometidos e interesados en lo que estamos haciendo, porque protegemos a los más vulnerables de la sociedad —los niños—, que muchas veces no tienen voz ni pueden protegerse a sí mismos”.

La hermana Amy A. Wright, de la Presidencia General de la Primaria, la organización de la Iglesia para los niños, también participó en los eventos del jueves haciéndose eco del comentario de Brenkman sobre la protección a las personas vulnerables.

“La fortaleza o la integridad de cualquier comunidad se manifiesta sin duda en la forma en que trata a sus miembros más débiles, a los más vulnerables”, dijo la hermana Wright. “Los niños son vulnerables y tenemos la responsabilidad de ser sus defensores y protectores. Siempre que sea necesario, debemos ayudarlos a sanar. Nuestro Salvador Jesucristo nos ha dicho una y otra vez lo que siente por esos preciosos pequeñitos. Y cuando Él exhorta a las personas de las Escrituras a mirar a sus pequeñitos, ‘mirar’ significa velar por ellos con sumo cuidado y ternura, y tenemos necesidad de hacerlo así”.