En un hito significativo para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile, cuatro nuevas Estacas han sido organizadas en diversas regiones del país. La creación de las Estacas en Buin, Arauco, Linares y Colina marcan un periodo de expansión y crecimiento en la fe, ofreciendo a los miembros de la Iglesia nuevas oportunidades y bendiciones.
Tania Orellana Neira, miembro de la Estaca Linares, compartió su emoción al hablar sobre lo que significa ser parte de la nueva congregación. “Es un gran logro. Se nos acerca todo y es más fácil”.
Una Estaca en la Iglesia de Jesucristo representa un pilar en la organización eclesiástica. Cada Estaca agrupa varias congregaciones, conocidas como barrios y ramas, bajo una estructura central dirigida por un presidente de Estaca y dos consejeros. Este nuevo desarrollo ha traído consigo una serie de beneficios tangibles para los miembros, mejorando aspectos administrativos y espirituales.
La presidencia de la Estaca Colina, encabezada por Miguel Elizalde, destaca que “una Estaca es valiosa, porque acerca muchas bendiciones a los miembros”, sin embargo, el camino hacia este logro ha sido una larga travesía para los miembros más antiguos, quienes han luchado durante más de 40 años para que se conformara.
“El distrito Colina prueba la fe y la constancia de los miembros fieles por las distancias que lo comprenden”, agrega Elizalde. Con unidades alejadas entre 30 y 40 minutos en automóvil, la perseverancia de los hermanos ha sido clave. Han predicado el Evangelio, compartido con otros, y han enfrentado los desafíos con ánimo, congregándose en distintas ramas para fortalecer su fe.
Norma Alcaman Garrido conoció la Iglesia en Lebu en 1979 junto a su esposo Raul Alarcón. Ellos comparten sobres los inicios de la Iglesia en la región. "Fuimos asignados a servir en Los Alamos. Todavía no había iglesia. Teníamos que trabajar para tenerla. También abrimos una rama en Cerro Alto, estuvimos cerca de dos años trabajando allá. Luego de eso regresamos a Lebu". Ya han pasado 44 años desde esas experiencias. "Ahora somos una estaca, es una gran bendición. Tenemos un obispo, recibiremos visitas de otras autoridades de la Iglesia... y tendremos un Patriarca", agregó Norma.
Cesar Becerra, presidente de la Estaca Buin, comparte una historia similar de espera y paciencia. “Los miembros lo esperaron 48 años”, comenta. La presidencia de Estaca y los 6 obispos fueron anunciados el 8 de octubre, un día que marcó el fin de una larga espera para muchos miembros, algunos de los cuales viajaron desde lugares tan lejanos como Arica para presenciar este evento tan significativo.
Desde la perspectiva de Perla García, miembro de la Iglesia de Jesucristo de la Estaca Buin, el crecimiento de la Estaca se atribuye en gran medida a la llegada de miembros fieles y con la implementación del Instituto y Seminario, se comenzó a enseñar a los jóvenes, quienes desempeñaron un papel crucial en la expansión de la Iglesia.
“La juventud no solo se fortaleció personalmente, sino que también contribuyó al crecimiento gradual de la Estaca, dejando un impacto poderoso en las generaciones futuras. Esos jóvenes se convirtieron en líderes y padres ejemplares”, agregó Perla.
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Las congregaciones creadas son:
Estaca Buin, Chile
- Barrio Viluco
- Barrio Buin
- Barrio Los Jardines
- Barrio Paine
- Barrio Hospital
- Barrio Linderos
Estaca Arauco, Chile
- Barrio Arauco
- Barrio Lota
- Barrio Camilo Olavarría
- Barrio Lebú
- Barrio Cañete
- Barrio Curanilahue
- Barrio Lagunillas
- Rama Los Alamos
- Rama Coronel
Estaca Linares, Chile
- Barrio Parral
- Barrio Las Delicias
- Barrio Linares
- Barrio Valentín Letelier
- Barrio Cauquenes
- Rama Longaví
- Rama Colbún
Estaca Colina, Chile
- Barrio Batuco
- Barrio Colina
- Barrio Lampa
- Barrio San Martín
- Barrio Valle Grande
- Rama Til-Til
En la Iglesia de Jesucristo, estas Estacas no solo representan lugares físicos de adoración, sino testimonios vivos de la fe, perseverancia y crecimiento espiritual de sus miembros. La espera, la paciencia y el compromiso con los principios del Evangelio han sido las fuerzas impulsoras detrás de estos hitos, marcando un capítulo significativo en la historia de la Iglesia en estas comunidades.