Mao, 19 de marzo de 2025 – En un gesto significativo de solidaridad y compromiso con la salud comunitaria, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha donado un valioso equipo médico al Hospital Materno Infantil José Francisco Peña Gómez. Este donativo incluye 50 colchones, 10 sillas de ruedas, 10 bastones, 10 muletas y un sonógrafo de última generación, lo que subraya la importancia de brindar atención médica accesible y de calidad a quienes más lo necesitan.
La introducción del sonógrafo marca un hito en la atención prenatal en la región, permitiendo a las mujeres embarazadas recibir los cuidados que requieren sin la necesidad de desplazarse a lugares distantes. Esto no solo ahorra tiempo y recursos, sino que también proporciona tranquilidad a futuras madres, asegurando que puedan monitorear la salud de sus bebés en un entorno familiar y accesible.
El Dr. Ramón Rodríguez, director regional del Servicio Nacional de Salud (SNS), expresó su reconocimiento por esta donación, destacando su potencial impacto positivo en la comunidad. “Esta unión beneficiará a millas de personas y es un ejemplo para seguir”, afirmó Rodríguez, resaltando el papel fundamental que juega la colaboración en tiempos de necesidad.
Jonathan Madera, director provincial de Salud, también se unió a las expresiones de gratitud hacia la Iglesia, subrayando la relevancia de esta donación no solo para Valverde, sino también para las provincias vecinas de Montecristi, Santiago Rodríguez y Dajabón. La Dra. Sonlis Peña, directora del hospital, enfatizó la importancia de contar con el nuevo ultrasonido y los suministros médicos, que serán vitales para la atención de los pacientes.
Aneudys Gomez, en nombre de la iglesia, expreso que al ofrecer a las madres este ultrasonido de última generación no solo representa un avance tecnológico para el hospital, sino un recordatorio tangible de que Dios, en su infinita sabiduría y compasión, se ocupa de cada una de nuestras necesidades aquí en la tierra.
Este acto de generosidad resalta la responsabilidad compartida en el cuidado de la salud y el compromiso de la Iglesia de servir a las comunidades más vulnerables y a cada madre que recibe este beneficio junto a sus niños.