La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días donó a la Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica (CNE) 300 paquetes de víveres para que sean distribuidos entre las personas que han sufrido inundaciones y deslizamientos en el Pacífico norte del país, debido a la presencia del huracán Rafael y la tormenta tropical Sara, que afectaron a toda Centroamérica.
Los paquetes de víveres fueron empacados por 30 voluntarios miembros de la Iglesia, que dieron de su tiempo para servir al prójimo. Posteriormente, llevaron los víveres al albergue de la CNE, ubicado en Cañas, Guanacaste. Asimismo, otros 26 voluntarios trabajaron hasta horas de la mañana, tanto en el albergue de Cañas como en las bodegas de la CNE, para descargar y acomodar los paquetes de manera adecuada, así como atender otras necesidades propias de la emergencia.
Liseth Herrera Chávez, voluntaria y miembro de la Iglesia, expresó sus sentimientos al colaborar en esta labor: “¡Qué gozo sentí cuando llegué a ayudar y vi a un grupo de jóvenes y otros hermanos muy contentos y dispuestos a ayudar! Pude apreciar el amor de cada uno para que a las personas les pueda llegar la ayuda que tanto necesitan”.
Por su parte, Anthony Fonseca, Santo de los Últimos Días, recordó el amor y el ejemplo del Salvador al servir a otros, los cuales le dieron la fuerza para cargar esas pesadas bolsas. Esto le ayuda en su preparación para ser un misionero de la Iglesia.
Finalmente, Javier Álvarez Alfaro, líder eclesiástico en Cañas, manifestó el mayor gozo, gratitud y amor puro por el prójimo en su vida, “han sido días donde el agotamiento, el cansancio y el desvelo no han sido obstáculos para ayudar a todos esos hermanos que tantos nos necesitan en estos momentos tan difíciles”.
Álvarez finalizó diciendo que amar a nuestro Padre Celestial y a Su hijo Jesucristo nos motiva a ser como ellos. “Amo ser discípulo de Cristo y al imitarlo siento su profundo amor en mi vida”.
Adicionalmente, se entregaron 300 paquetes de pan a la Asociación Obras del Espíritu Santo, la cual se encargará de distribuirlos en otros lugares afectados.
Actualmente, la Iglesia está coordinando la entrega de otra donación a la CNE para el sector de Parrita, Puntarenas (Pacífico central), ya que la mayor afectación se vivió en la costa pacífica del país.