La Iglesia de Jesucristo dona cunas térmicas a la Unidad de Espina Bífida e Hidrocefalia, Guatemala

El martes 17 de noviembre, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días entregó una donación de cuatro cunas térmicas, 8 mil mascarillas quirúrgicas y un equipo de sonido a la Unidad de Espina Bífida e Hidrocefalia del Hospital General San Juan de Dios, Guatemala. Esta donación beneficiará a niños recién nacidos que nacen con Espina Bífida e Hidrocefalia en todo el país y Centroamérica.

La donación fue entregada por el líder eclesiástico Kevin Quiroa, presidente de la Estaca Central de la Ciudad de Guatemala.  Durante la entrega él expresó “el brindar ayuda es una parte fundamental de la Iglesia de Jesucristo, siempre es una bendición ser un instrumento en las manos de Dios y la donación realizada es posible gracias a las donaciones de los miembros de la Iglesia”.

La fundadora y directora de la Unidad, la doctora Graciela Mannuci, recibió la donacion con mucha alegría ya que desde hace más de 20 años ella ha brindado atención a estos pacientes y agradeció con estas palabras: “Para la Unidad de Espina Bífida e Hidrocefalia es una bendición recibir de parte de la Iglesia las cuatro cunas térmicas para recién nacidos y para nosotros es una enorme ayuda, ya que la Unidad solo contaba con tres de estas cunas. También agradezco a la Asociación de Damas Argentino-guatemaltecas por ser un enlace para que se realizará esta donación”.

El doctor Marvin Arévalo Rosales, subdirector del Hospital San Juan de Dios, destacó la donación de la Iglesia y agradeció por tener el interés de siempre ayudar a los más necesitados.

La presidenta de la Asociación de Damas Argentino-guatemaltecas -ADAG-, Nilda Landriel expresó “estamos infinitamente agradecidas por la donación realizada por la Iglesia en estos momentos que el mundo está pasando por muchas crisis. La solidaridad que nos han demostrado es de mucho valor”. Inés Walker, miembro de la Iglesia y de la Asociación, mencionó “ADAG es una sociedad de mujeres desinteresadas de sí mismas que aportan de sus talentos, tiempo y aun económicamente para ayudar en mejorar la parte emocional, intelectual y de salud de los niños y de sus padres. He podido ver las tiernas misericordias del Señor a pesar de la pandemia del COVID-19 la Iglesia ha podido bendecir a este grupo de niños que son Hijos de Dios”.

La ayuda humanitaria que la Iglesia brinda es gracias a las donaciones que los miembros de la Iglesia realizan en todo el mundo, en su esfuerzo por seguir el ejemplo de Jesucristo de servir y amar a su prójimo. Tal como el Salvador dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros”. (Juan 13:35).