Mailet es una pequeña que a sus pocos meses de edad se ha enfrentado a grandes desafíos de salud, ya que con tan solo un mes de vida presentó una hemorragia cerebral con posibles consecuencias para su desarrollo que podrían marcarla por el resto de su vida. La madre de Mailet, Abigail Pérez, dice que la condición que presentó su hija pudo haber tenido consecuencias como epilepsias, o que no se pudiera incorporar a la sociedad a medida que creciera, pero dice que ha podido encontrar apoyo vital para la rehabilitación de su hija gracias a la Asociación Pro Personas con Parálisis Cerebral (APAC).
“Afortunadamente aquí llegamos a tiempo para que pudiera tener todas las atenciones y terapias para que ella no tuviera un retraso mayor”, dijo Pérez. “Los primeros meses de vida es fundamental que ellos tengan esa atención. Eso fue lo que ayudó a Mailet a que tuviera un desarrollo más normal”.
Según el Estudio del Recién nacido de Riesgo Neurológico de Ramón Sánchez, un 10% de los niños en edad pediátrica presentaron una deficiencia o alteración en su desarrollo; de ahí la importancia de detectar los signos de alarma que señalan que un bebé puede desarrollar una discapacidad, como fue el caso de Mailet.
Con el propósito de atender a la población de 0 a 6 años de edad que presenten riesgo, daño o secuelas perinatales de parálisis cerebral, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a través de su brazo humanitario Servicios Caritativos donó el equipo médico necesario para la habilitación de la Sala de Diagnóstico Oportuno de APAC el pasado 25 de agosto en la Ciudad de México.
Guadalupe Maldonado, directora general de APAC, dice que la donación que hizo la Iglesia de Jesucristo va a permitir atender a tiempo a los niños con riesgo de daños neurológicos.
“Vamos a poder atender a niños que presentan factores de riesgo y signos de alarma de daño neurológico”, dijo Maldonado. “Si los atendemos a tiempo estos niños pueden disminuir estas secuelas o incluso revertirlas. Una detección a tiempo y un diagnóstico oportuno cambia vidas”.
Con cerca de 20 tipos de equipos e instrumentos médicos, los cuales se calcula que tendrán una vida útil de 20 años, se espera que a lo largo de todo este tiempo se ayude a cerca de 16 mil niñas y niños que sin importar la parte del país en la que se encuentren, pueden acudir a la Sala de Diagnóstico Oportuno y ser atendidos.
“Debido a que cada año se registran 12 mil nacimientos con parálisis cerebral, la práctica clínica de los médicos especialistas de APAC se ven en la necesidad constante de contar con el equipo transdisciplinario especializado para lograr diagnosticar a bebés desde las pocas semanas de nacidos y dar seguimiento a su neurodesarrollo. Es por ello que la Iglesia donó a APAC el equipo médico para apoyar a su causa”, mencionó el Élder Ranulfo Cervantes, Setenta de Área.
Élder Cervantes también mencionó que “es un privilegio ser testigo de la gran labor que lleva a cabo APAC, la cual busca servir a personas con parálisis cerebral y otras discapacidades afines, y de elevar su calidad de vida a través de servicios de rehabilitación, salud y educación con los que cuentan. Para nosotros, colaborar con estos esfuerzos, significa seguir el valor fundamental de la Iglesia de Jesucristo de ayudar a los necesitados. Como ciudadanos en esta comunidad, actuamos para poder superar los desafíos que enfrenta la humanidad y ver un futuro mejor para todas las familias mexicanas a través de la colaboración con organizaciones como APAC”, finalizó.