Como una forma de elevar la voz en defensa de la libertad religiosa y el apoyo a los valores cristianos, fue organizado en Bucaramanga el 1er Coro Interreligioso, bajo la dirección de Héctor Elías Ariza Velasco, miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
El director comentó: “es la primera vez que incursionamos con esta nueva iniciativa de carácter interreligioso, que permite expandir el mensaje del Evangelio a través de la cultura y el talento musical”.
Personas de distintas denominaciones religiosas acudieron al llamado de la Iglesia de Jesucristo, para crear un espacio común que permitiera unir sus voces en un canto de adoración al mismo Dios y que inspira sus respectivas creencias, bajo la convicción de que “a pesar de las diferencias, hay muchas cosas que nos unen y que debemos resaltar”.
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La iniciativa se consolidó luego de la celebración del Primer Foro de Libertad Religiosa, en el que un pequeño grupo hizo su primera presentación coral, como parte de la programación. A partir de entonces se empezó a dar forma al proyecto, que congregó unas 40 personas en representación de distintas organizaciones religiosas, tales como: La Iglesia Adventista del Séptimo Día, la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, la Iglesia Católica y La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días.
El coro recién organizado tuvo su segunda presentación en el marco del Festival de Música y Ministerios Religiosos, celebrado en Bucaramanga, en el que 12 agrupaciones musicales deleitaron a los más de 600 asistentes, actividad ampliamente transmitida en redes sociales y en televisión local. Otras presentaciones del Coro Interreligioso tuvieron lugar en el Club del Comercio, con ocasión de la Celebración de los 80 años del Periódico El Frente, así como en las capillas de la Iglesia de Jesucristo.
De esta forma, los participantes buscan centrarse en lo que las diferentes confesiones religiosas tienen en común, más allá de las diferencias doctrinales. El lenguaje de la música es utilizado como forma de alabanza a Dios, y de buscar puentes de entendimiento, porque es más lo que nos une que lo que nos separa.