Nota de prensa

La Iglesia de Jesucristo participa en el Primer Foro Hemisférico de Libertad Religiosa

Por primera vez se llevó a cabo un evento de esta naturaleza para todo el continente

Representantes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días participaron en el Foro Hemisférico de Libertad Religiosa, que se llevó a cabo el pasado 22 y 23 de octubre de 2020. Este evento virtual fue organizado por el Ministerio del Interior de Colombia, la Cancillería de Colombia y la Mesa Nacional de Libertad Religiosa, de la cual hace parte la Iglesia de Jesucristo.

Los objetivos del evento fueron "promover el diálogo interreligioso entre diferentes cultos y creencias sobre las acciones que se están emprendiendo en las Américas para promover la libertad religiosa, así como apoyar el compromiso político de los países de la región en la promoción y defensa de la libertad religiosa y de creencias". 

Los propósitos específicos comprendían propiciar la cooperación hemisférica con el fin de garantizar la promoción de la libertad religiosa y de creencias, brindar información acerca de los compromisos de los organismos internacionales y sus avances en la promoción de la libertad religiosa, crear espacios para el reconocimiento y promoción del diálogo interreligioso y su compromiso en la promoción de la libertad religiosa en el hemisferio, así como identificar espacios y escenarios para la contribución de las confesiones religiosas al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Participaron de este evento la Canciller de Colombia, Claudia Blum y el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, además de Secretarios y Ministros de Relaciones Exteriores, funcionarios de alto nivel de organismos multilaterales y regionales, Ministros de culto y líderes religiosos, organizaciones religiosas y académicos e investigadores en el campo religioso. 

El primer representante de la Iglesia de Jesucristo que participó de este evento fue Guillermo Estrugo Nery, Director de Comunicación del Área Sudamérica Noroeste. Expuso sobre 3 barreras que impiden que las personas gocen de su derecho a la libertad de religión y creencia: la pobreza, la percepción errada de la libertad religiosa y laicidad, e intereses de poder que buscan la fragmentación de la fe. Así mismo presentó maneras de superar esas barreras al resaltar el trabajo de las organizaciones religiosas por las comunidades desfavorecidas, especialmente por medio de alianzas, la importancia del trabajo para que las personas conozcan sus derechos de libertad religiosa y lo fundamental que es crear escenarios que permitan a todos crecer juntos y valorar la experiencia espiritual del otro.

Por su parte, Denise Linberg, Jueza superior del estado de Utah y miembro de la Iglesia de Jesucristo, resaltó el papel fundamental que cumplen las mujeres en la sociedad, aliviando las cargas que genera la desigualdad. Linberg compartió “son las heroínas cotidianas los millones de mujeres fieles y valientes, que sirven lejos del foco de atención, que son el mejor ejemplo de las buenas obras efectuadas por mujeres de fe”. “Mujeres fieles sirven a sus familias como madres, hijas, esposas, tías, abuelas, sirven a sus vecindarios como amigas, vecinas y voluntarias y en sus comunidades de fe, esas mujeres son tanto líderes como trabajadoras, ellas enseñan y predican, prestan ayuda humanitaria y en innumerables actos de caridad y amor puro. Velan y atienden a aquel que está solo, afligido o necesitado”, aseguró.

Gordon Foote, asesor legal del Área Sudamérica Noroeste de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, declaró que “las comunidades de fe brindan la esperanza de la curación que son esenciales en todas las circunstancias, especialmente en la crisis”, por lo que considera prioritario permitir la reapertura de las iglesias. 

Las participaciones de otros representantes de organizaciones religiosas y comunidades de fe, trataron sobre desafíos en la promoción de la libertad religiosa o de creencias y el diálogo interreligioso, las amenazas del extremismo contra las minorías religiosas, la tolerancia, inclusión y rechazo de todas las formas de discriminación basadas en la religión o las creencias, la mujer en las comunidades de fe, el rol de las organizaciones religiosas en la promoción de la libertad religiosa y la acción social y la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Durante el segundo día del foro, en la reunión ministerial Luis Almargo, Secretario General, de la Organización de los Estados Americanos y Claudia Blum, Ministra de Relaciones Exteriores hablaron junto con Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante para la Alianza de las Civilizaciones de las Naciones Unidas y el Embajador Samuel Brownback, Embajador Itinerante para Asuntos de Libertad Religiosa Internacional  de Estados Unidos. Todos ellos se refirieron a la importancia de realizar acciones tendientes a garantizar el derecho de la libertad religiosa para todas las personas del hemisferio.

Claudia Blum, Ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, dijo: "Colombia considera de la mayor relevancia el diálogo en Foros como el que hemos convocado, para definir acciones que nos posibiliten enfrentar los desafíos que ponen en riesgo la libertad de religión y de creencias... Nuestra meta común es garantizar el ejercicio pleno de este derecho; eliminar todas las formas de discriminación basadas en creencias, convicciones o religiones; y enfrentar las amenazas que afectan a las minorías religiosas en contextos donde aparece el extremismo. La libertad de religiones y creencias contribuye a la promoción de la dignidad de todos los seres humanos, así como a una cultura de paz, tolerancia y convivencia".

La libertad religiosa es parte de las enseñanzas y la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. La iglesia tiene un compromiso especial para con la libertad religiosa. Durante casi 200 años líderes de la Iglesia han enseñado la importancia de la libertad religiosa para todos, uno de los principios de doctrina dice: "reclamamos el derecho de adorar a Dios Todopoderoso conforme a los dictados de nuestra propia conciencia, y concedemos a todos los hombres el mismo privilegio: que adoren cómo, dónde, o lo que deseen". El Elder Christofferson, líder mundial de La Igleisa de Jesucristo dijo: "Ruego que busquemos la paz al trabajar juntos a fin de preservar y proteger la libertad de todas las personas para retener y manifestar la religión o la creencia de su elección".

 

A continuación extractos algunas participaciones de líderes religiosos en el Foro:

Para Monseñor Élkin Fernando Álvarez Botero, Secretario General de la Conferencia Episcopal Colombiana, el mayor desafío es cultivar en las relaciones familiares la convivencia ciudadana. Él indica que “el trabajo de la libertad religiosa debe comenzar en la familia y es en la familia donde se aprende a convivir”.

Claudio Epelman, Director Ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, asegura que “debemos pensarnos como conjunto y como sociedad, no solamente como comunidad religiosa”, de tal forma que se genere un apoyo y compañía en momentos especiales. Se trata del cuidado de las diferencias que nos caracterizan, porque estar juntos no significa ser iguales, estar juntos significa aceptar que somos distintos y que desde ese lugar de distintos, podemos estar sentados en una misma mesa y podemos compartir el diálogo como instrumento de construcción de un mundo cada vez con más valor hacia la paz”. Esta postura fue apoyada por Ganoune Diop, Secretario General de la Asociación Internacional de Libertad Religiosa (IRLA), quien comparte que estamos en un mundo que necesita que los actores sociales se hablen entre sí para ayudar a construir una mejor sociedad, respetando la diferencia.

“¿Podemos vivir en armonía con diferencias?, por supuesto que sí es posible, no debemos esconder las diferencias debajo de la alfombra, en lugar de eso, debemos aprender a respetarlas, asegura el Sheij Mohamed Mansour, Vicepresidente de la Mesquita Khalid Ibn Waleed de Ecuador.

Hridayananda Dasa Goswani, Fundador del Movimiento Krishna de Occidente, se refirió al “grado de influencia que los representantes tienen dentro de sus religiones”, con el fin de que puedan ejecutar los acuerdos dados dentro de los foros.

Según los participantes, una amenaza para el mundo es la división. Dina Siegel-Vann, Directora, AJC Instituto Arthur y Rochelle Belfer para asuntos de Latinoamérica dijo que “el contexto global hoy se encuentra marcado por un incremento en la fragmentación nacionalista, étnica, racial y religiosa, también por una polarización socioeconómica, política y cultural, así como por el incremento significativo en el discurso y la violencia del odio”.

Jorge Padilla Cordero, Consultor del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), advierte que hay una tendencia de auspiciar con discursos desde medios de comunicación, en redes sociales, de la validación de una libertad de expresión sin límites, en donde todo aquello que implique creer en algo o tener derecho de conciencia a algo es lo malo y debe ser prohibido.

Sumeia Younes, Secretario General del Instituto Al-Gadir de Cultura y Ciencias del Islam dijo que “hoy en día a los musulmanes se les persigue por asociación, a raíz de atrocidades que cometieron extremistas contra minorías, se propagó la idea de que es el islam el que propaga la violencia, pero tiene que quedar en claro que el islam no tiene nada que ver con esto, son gente con ansias de poder y dominación, que toman la religión como una excusa”. Reitera, al igual que Padilla, que la desinformación propaga la deshumanización y la falta de respeto hacia quien practica una religión, lo que a su vez promueve acciones y discursos extremistas.

Guillermo Smythe, representante de Scientology, reiteró que “estos discursos y acciones extremistas contra las religiones son causadas por un pequeño grupo que ve a la libertad religiosa y espiritualidad como un enemigo mortal, que les impide controlar al mundo, ya que mientras exista la fe, la esperanza, la creencia, la espiritualidad y Dios, el hombre nunca va a poder ser esclavizado”.

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