La Iglesia de Jesucristo participa en la ceremonia interreligiosa del Día Internacional por la Paz del Mundo

El pasado 13 de septiembre se llevó a cabo la Ceremonia por la Paz en México y el Mundo por parte del Consejo Interreligioso de la Ciudad de México en la parroquia Christ Church de la Iglesia Anglicana de México. El evento se realizó en vísperas del Día Internacional de la Paz del Mundo, proclamado por la Organización de las Naciones Unidas y que se celebra cada 21 de septiembre.

El evento comenzó con el discurso de bienvenida del Reverendo Efrén Velázquez, presidente del Consejo Interreligioso de México, quien resaltó el hecho de que la paz "es un compromiso de todos, que nace en cada persona y tiene importantes repercusiones en la vida del mundo entero. Todos compartimos la responsabilidad del establecimiento de una cultura de paz".

Jorge Basaldúa, director de asuntos religiosos de la Secretaría de Gobernación, también tomó la palabra en este evento. “El acto religioso ha estado vinculado históricamente con las causas más sentidas de la sociedad y en este caso, con la necesidad imperante de pedir que la paz esté entre nosotros. Es un gusto y celebro que esta ceremonia se haga desde el acto religioso, pero también desde la interreligiosidad. En una postura abierta a los demás podemos encontrar las palabras, podemos ir aportando a nuestras percepciones y también podemos, eventualmente, establecer líneas de trabajo compartidas”, recalcó.

Por su parte, Ignacio Cuevas, del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) destacó la misión de las iglesias enfocada en "resaltar la dignidad humana y vivir en paz. Una organización religiosa es capaz de hacer a un lado sus diferencias, estar aquí juntos y tener un evento fantástico. Felicitamos su esfuerzo por promover la paz en nuestro país.”

Participación Interreligiosa

La Comunidad Judía de México comenzó la ceremonia con el Movimiento de los Focolares presentó la Canción del Gen Rosso – Abrir el horizonte para la Paz, interpretada por Ursula Longi y Carmelina. Después hubo un Rezo de la comunidad judía, Sim Shalom (Dios, otórganos Paz) interpretado por Jazan Ari Litvak y David Pineda.

Posteriormente la Orden Sufi Nur Ashki Jerrahi del Islam interpretó un canto. Fue entonces cuando se el coro de Instituto Churubusco, de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, interpretó el himno “El Espíritu de Dios” y “Por la belleza terrenal”.

Después, la Comunidad Budista de México de la Casa Khun Chakkaratani presentó una Meditación Vipassana, seguida de cantos en lenguas indígenas por el Pastoral de indígenas y afromexicanos de la Arquidiócesis Primada de México. Posterior a ello, la comunidad Hindú Vaisnava presentó un canto de Mantras por el maestro Dharmaraj. El coro Laus Deo de la Iglesia Anglicana participó con un himno “Oh Padre de la Humanidad”, seguidos por el Coro Jireh de la Iglesia Adventista. Los últimos participantes fueron la comunidad musulmana Ahmadía con un canto de alabanzas del Corán.

Los jóvenes del coro experimentaron un sentimiento de unidad 

Nelly Puente del coro de Instituto Churubusco compartió su experiencia al participar en este evento: “Hay experiencias que salen fuera de la rutina, está fue una de ellas. A pesar de estar en un espacio con personas que creían y vivían su devoción de manera diferente, sentí que estábamos unidos por la misma causa y eso me hizo sentir esperanza. Recientemente el (presidente Russell M. Nelson) dijo: Tengo la esperanza de que examinen bien el corazón de ustedes para ver si hay pequeños fragmentos de orgullo o de celos que no les permitan convertirse en pacificadores[1]". Independientemente de lo que creamos y la manera en que lo hagamos, sé que todos podemos llegar a ser pacificadores, podemos llegar a compartir paz con quiénes la necesiten.”

El director del coro, Eros Barajas compartió que la experiencia de celebrar la paz fue extraordinaria. “Me sentí honrado de poder participar con los jóvenes del Instituto Churubusco al ofrecer dos himnos de la Restauración como oraciones por la Paz, pues nos hicieron sentir el Espíritu Santo a todos los presentes de una manera nítida y preciosa.”