El viernes 9 de junio, se realizó la entrega simbólica de la donación de la Iglesia de Jesucristo a favor del Centro de Discapacidad del Patronato San José ubicado en Carapungo.
Los beneficiarios son personas con discapacidad que se encuentran en pobreza, pobreza extrema, abandono, situación o riesgo de dependencia y movilidad humana.
A este evento acudieron varias autoridades, entre ellos: Maria Victoria Orbe encargada del área de discapacidad del Distrito Metropolitano de Quito, el representante de Bienestar y Autosuficiencia de la Iglesia, y el presidente de la Estaca Colón, Juan Tenen.
En medio del evento, Juan Tenen, presidente de la Estaca Colón, explicó cómo es posible que la Iglesia de Jesucristo pueda realizar estas donaciones. El dijo “las donaciones que ustedes ven aquí, son gracias a los miembros fieles, que por medio de la obediencia al diezmo y a las ofrendas de ayuno hacen posible ayudar a los que más necesitan en cualquier parte del mundo”.
Al finalizar el evento, en medio del ambiente de servicio por parte de las trabajadoras sociales y profesionales de la salud del Centro hacia los usuarios, se llevó a cabo un recorrido por todo el establecimiento para conocer su funcionamiento.
Este centro de discapacidad cuenta con 105 usuarios los cuales se benefician de intervención terapéutica en terapia física, ocupacional, del lenguaje, psicología clínica y/o psicoterapia y trabajo social. (Patronato Municipal San José s.f)
Para acceder al servicio es necesario contar con el carnet de Conadis o MSP, también pueden ser aceptadas personas con certificado médico, informe médico o psicológico que valide la discapacidad. En el Centro de Inclusión y Atención a las Discapacidades son admitidas personas de todas las edades, con todo grado de discapacidad, sin distinción de género y nacionalidad.
En este contexto María Victoria Orbe, representante del programa de Discapacidades del Distrito Metropolitano de Quito, mencionó: “Nosotros recibimos contentos esta donación de la Iglesia; no todos podemos ejecutar este tipo de acciones que van más allá de la parte moral humana, sino desde el corazón ya que permiten mejorar la calidad de vida de otras personas que lo necesitan”.
El Salvador Jesucristo en su ministerio terrenal, mostró el amor que tenía por los demás cuando servía a los pobres, los enfermos y los afligidos. Les dijo a Sus discípulos: “Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado” (Juan 15:12). Como Sus discípulos, nos esforzamos por seguir Su ejemplo y sus enseñanzas.