El martes 25 de octubre del año en curso, el Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón Manta convocó a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días para formar parte de un evento de reconocimiento por el trabajo voluntario y desinteresado que como Iglesia realiza en las comunidades de la ciudad de Manta.
El municipio ha manifestado su agradecimiento y aprecio por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días por su labor y activa participación a favor de la comunidad.
La medalla de reconocimiento fue entregada por Marciana Valdivieso, concejala de la ciudad, y recibió la misma el presidente Morales de la Estaca Manta.
El evento tuvo lugar en la Plaza del Mar, con la presencia de cientos de personas. Entre los asistentes acudieron organizaciones quienes recibieron el galardón en las categorías Labor y Acción Social, Ambientalista, Animalista y Gestión de Riesgos.
Asistieron al evento Pedro Morales, presidente de la Estaca Manta junto con su esposa; y Cristopher Rivera, primer consejero de la Estaca Manta junto a su esposa. También estuvieron presentes un grupo de misioneros asignados a la estaca.
Organizaciones como el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Manta, quienes también fueron reconocidos, extendieron felicitaciones sinceras a La Iglesia de Jesucristo, ya que también se ha trabajado en conjunto para recibir instrucción sobre medidas preventivas ante catástrofes.
La Dra. Ruthy Quijano, la Psico. Cl. Pamela Cedeño, la Eco. Gloria Mero y la Lic. Verónica Ponce, quienes dirigen el Patronato Municipal del cantón, compartieron su felicidad de saber que la Iglesia haya recibido este reconocimiento debido a la colaboración y relación que mantienen estrechamente en pro de los ciudadanos.
La Dra. Ana Cecilia Mera, de la Mesa Redonda Panamericana de Manta, mencionó en sus palabras de clausura que la labor social es lo más gratificante para el ser humano que procura el bienestar de su prójimo.
Para la Iglesia de Jesucristo es una labor fundamental el servicio a los hijos de Dios, ya que al estar al servicio de nuestros semejantes, solo estamos al servicio de nuestro Dios.
La obra humanitaria de la Iglesia, junto a la labor voluntaria de sus miembros, ayuda principalmente a quienes necesitan y no solo a los miembros de la Iglesia.
Hay muchas personas en el mundo que tienen dificultad para satisfacer sus necesidades básicas. La Iglesia y sus miembros buscan ayudar a cuantos sea posible, siguiendo el ejemplo del Salvador.