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Nota de prensa

La Iglesia de Jesucristo y los Adventistas del Séptimo Día continúan su colaboración humanitaria

Las organizaciones han trabajado juntas en más de 330 proyectos desde 1995

Al concluir un almuerzo el jueves 16 de enero de 2025, el Obispo Presidente, Gérald Caussé, obsequió al líder de la rama humanitaria mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día con una pequeña representación en vitral del relato del árbol de la vida del Libro de Mormón.

El árbol representa el amor de Dios. El obispo Caussé dijo que no hay mejor manera de describir el trabajo de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA, por sus siglas en inglés).

“¿Cuál es la mayor manifestación del amor de Dios si no es el don de Su Hijo, que resulta evidente en el sacrificio expiatorio de Jesucristo?”, dijo el obispo Caussé al presidente de la ADRA, Michael Kruger, y a otras personas reunidas en el piso 26 del Edificio de las Oficinas Generales de la Iglesia. “Este es el árbol al que todos queremos acercarnos y que queremos compartir con los demás. Siento que hoy compartimos esto juntos: el amor de Dios. Esto es lo que la ADRA hace todos los días. Gracias por eso”.

El propósito de la ADRA es “servir a la humanidad para que todos puedan vivir como Dios lo planeó”. La comunidad adventista tiene 21,9 millones de miembros, cientos de miles de iglesias en todo el mundo y la red integrada de salud y educación más grande del mundo. Prestan socorro y ayuda para el desarrollo a personas en más de 120 países.

Otros líderes de la ADRA presentes en el almuerzo del jueves fueron Matthew Siliga, vicepresidente de operaciones estratégicas y desarrollo de la ADRA, y Alex Balint, director de asociaciones corporativas y sociales de la ADRA. Además del obispo Caussé, la Iglesia de Jesucristo estuvo representada por toda la Presidencia General de la Sociedad de Socorro (la presidenta Camille N. Johnson, la hermana J. Anette Dennis y la hermana Kristin M. Yee), junto con los consejeros del obispo Caussé (los obispos W. Christopher Waddell y L. Todd Budge).

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días ha estado colaborando con la ADRA durante casi 30 años. Esto comenzó en 1995 con un proyecto para alimentar al hambriento en Ecuador. Desde entonces, han combinado su influencia para bendecir muchas vidas a través de 335 proyectos en 85 países.

“Estamos comprometidos a ayudar a aliviar el sufrimiento y a priorizar el bienestar de todos los hijos de Dios”, dijo Blaine R. Maxfield, director gerente de los Servicios de Bienestar y Autosuficiencia de la Iglesia. “Nuestra colaboración con la ADRA ejemplifica nuestros valores compartidos y nuestra dedicación a servir a la humanidad. Juntos, podemos lograr cosas extraordinarias y llevar esperanza a los necesitados”.

La ADRA tiene una fuerte presencia en Yemen, donde la Iglesia de Jesucristo ha construido sistemas sostenibles de agua potable, ha proporcionado ayuda alimentaria y ha mejorado las infraestructuras. Y durante la pandemia del COVID-19, la ADRA fue clave al proporcionar equipos de protección personal, y equipos y suministros sanitarios y médicos en muchos lugares.

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Matthew Siliga y Alex Balint, de la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales, recorren Deseret Industries en la Manzana de Bienestar de Salt Lake City, el jueves 16 de enero de 2025.© 2025 by Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved.
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Más recientemente, la ADRA ha ayudado con la respuesta a los migrantes en Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Honduras, México y Perú. El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, ha visitado algunos de esos proyectos. La ADRA también ha creado un panel que permite a la Iglesia ver en tiempo real cómo van esos proyectos.

Los líderes de la Iglesia dieron la bienvenida a los representantes de la ADRA el jueves para darles las gracias y estrechar lazos. Los líderes de la ADRA vieron de primera mano el centro de la labor humanitaria de la Iglesia en la Manzana de Bienestar y el Almacén Central del Obispo (un almacén de 46 452 metros cuadrados abastecido con alimentos y otros suministros esenciales para los necesitados). Por la tarde se reunieron con el élder Bednar.

El presidente Kruger elogió el compromiso de la Iglesia de servir a los necesitados, especialmente por lo que ha visto en el Almacén Central del Obispo.

“Seré honesto; volveré a casa y diré: ‘Ustedes realmente necesitan ir a Salt Lake’”, dijo. “Es sumamente impresionante y habla de quiénes son. Habla de su fe y de sus valores. Es algo de lo que pueden estar justificadamente orgullosos”.

La presidenta Johnson dijo a los líderes de la ADRA que el Almacén Central del Obispo representa algo más que los artículos disponibles para distribuir entre los más necesitados.

“También incluye a nuestra gente y a nuestros amigos de ideas afines [como la ADRA]”, dijo la presidenta Johnson. “Estamos muy agradecidos de tenerlos con nosotros en el Almacén Central del Obispo, a cuyos recursos podemos recurrir cuando se han determinado las necesidades. Y esas necesidades seguirán surgiendo. Estamos muy agradecidos por esta asociación”.

El presidente Kruger dijo que la ADRA continuará cultivando su relación con la Iglesia de Jesucristo.

“Sabemos que somos llamados a ministrar a los demás. Para nosotros, encontrar organizaciones con ideas afines es excepcionalmente importante y crucial porque descubrimos que ustedes comparten los mismos valores”, dijo. “¡Muchísimas gracias!”.

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