Todos sabemos que cada persona tiene necesidades básicas: comida, agua, refugio. Pero no solemos pensar en algunas necesidades menos visibles. Al filósofo y psicólogo William James se le atribuye haber dicho: "El anhelo más profundo de la naturaleza humana es la necesidad de ser apreciado". Y, sin embargo, muchas personas pasan días, semanas, meses o incluso más tiempo sin escuchar una palabra de agradecimiento ni recibir ningún reconocimiento por su buen trabajo.
Transmitir agradecimiento cuesta tan poco, pero significa mucho. Un pequeño esfuerzo —una palabra o dos, una nota, una sonrisa, un abrazo— puede expresar cuánto apreciamos a otra persona y dar crédito a quien se lo merece. Puede ser sorprendente cuán profundamente un acto de agradecimiento como este puede cambiar la actitud de las personas sobre su trabajo y esfuerzo e inspirarlas a hacer más. Es difícil olvidar un cumplido genuino o una expresión sincera de aprecio y admiración. Siempre lo atesoramos.
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Lamentablemente, no siempre es natural darse cuenta del bien que hacen los demás. Entonces, el primer paso para ayudar a otros a sentirse apreciados es simplemente darse cuenta.
Una mujer que supervisó un gran evento comunitario descubrió que pocas personas se tomaron el tiempo para agradecerle o incluso reconocer su trabajo duro y no remunerado. Decidió tener un corazón más abundante y prestar atención al servicio de los demás. Un hombre que trabajó durante varios años bajo supervisores que rara vez reconocían su trabajo o apreciaban sus esfuerzos adicionales, decidió ser diferente si alguna vez llegaba a ser el jefe. Ahora él es el jefe y continuamente busca formas de reconocer y agradecer a las personas. Una mamá y un papá aprendieron temprano en la crianza de los hijos que fortalecen los lazos con sus hijos y los motivan positivamente cuando dicen cosas como "Me di cuenta de lo duro que trabajaste en eso" o "Gracias por ser tan amable hoy". Todas estas personas han aprendido el valor de crear una cultura generosa, positiva y apreciativa, y funciona en una organización, en un hogar, y en el corazón.
Si es cierto que la necesidad más profunda de la humanidad es la necesidad de ser apreciada, entonces quizás nuestra próxima mayor necesidad debería ser mostrar agradecimiento, hacer una diferencia en la vida de alguien expresando cuánto apreciamos un trabajo bien hecho.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)