Hace muchos años, nuestra joven familia vivía en una casa situada en un callejón sin salida. Nuestra casa era la que estaba en el centro al final, y teníamos una bonita vista del círculo de casas a ambos lados de la nuestra. Hasta el día de hoy, puedo recordar perfectamente cómo era ese vecindario, incluidos los árboles, las cercas, el color de las casas e incluso los autos que solían estacionarse allí.
Un día, estaba visitando a mi vecino de al lado, y cuando me despedí y crucé la puerta de su casa para regresar a casa, me detuve en seco. Allí estaba yo, en el mismo callejón sin salida donde nuestra familia había vivido durante años, pero todo parecía diferente. Era el mismo barrio, pero la vista desde una sola casa me permitió ver una perspectiva que nunca antes había considerado.
A veces puede ser difícil tomar las cosas en su perspectiva adecuada porque vemos las cosas solo desde nuestros puntos de vista limitados. Sin embargo, a medida que buscamos aplicar la perspectiva eterna de Dios en nuestras vidas, es como volar en un avión y, mientras viajamos por encima de la tierra, poder mirar hacia abajo y ver una ciudad entera de una sola mirada.
| Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
Aplicar la perspectiva eterna de Dios lo cambia todo. De repente, lo que antes podía haber sido difícil de imaginar, gestionar o incluso explicar, se vuelve más fácil de navegar. Esto se debe a que la perspectiva eterna de Dios nos permite ver "las cosas como realmente son" (véase Jacob 4:13). La perspectiva de Dios trae paciencia, alimenta el perdón y proporciona paz, lo que nos permite seguir adelante con esperanza. La perspectiva eterna de Dios aligera significativamente nuestra carga. (Véase "Absorbidos por el gozo de Cristo", por el élder Brian K. Taylor, Liahona, mayo de 2024, página 90.)
José de Egipto pasó décadas en la esclavitud. David se enfrentó a Goliat. Moisés sobrevivió al desierto. Esteban se convirtió en el primer mártir cristiano. Pablo escribió cartas desde la cárcel a los creyentes. Juan fue exiliado a Patmos. María, la madre de Jesús, no temió.
Cada una de estas personas y muchas más aplicó la perspectiva eterna de Dios a sus situaciones muy difíciles. Y prevalecieron. Prevalecieron porque dejaron que Dios prevaleciera. Dejaron que Su perspectiva eterna los guiara. Y hoy podemos hacer lo mismo.
Fuente: Música y Palabras de Inspiración (Music and the Spoken Word)