El presidente Henry B. Eyring, segundo consejero de la Primera Presidencia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ùltimos Dìas en un mensaje dirigido a los jòvenes en el año 2002, dijo: “Todos seremos probados. Todos necesitamos amigos verdaderos que nos amen, nos escuchen, nos muestren el camino y nos ayuden a ententer el mundo el que vivimos".
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Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
La Iglesia cree en la amistad: entre países, gobiernos, vecinos, religiones e incluso miembros de la familia. El profeta José Smith, primer presidente de la Iglesia, enseñó que “la amistad es uno de los grandes principios fundamentales de los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”. Jesucristo fue el mejor ejemplo de ser amigo cuando poco antes de su crucifixión, dijo a sus discípulos: “Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos” (Juan 15:13).
La amistad es como un tejido en el cual cada hilo provee una calidad única. Individualmente, cada hilo es débil, pero cuando se unen se convierte en un artículo fuerte y útil. Lo mismo ocurre con los seres humanos. Cada persona con sus talentos será mejor cuando se relaciona con otros en un vínculo unificador. La amistad es el tejido que los une.
La amistad se desarrolla al servir y ayudar a aquellos que sufren, es una herramienta poderosa en la construcción de amistades. Mostrar bondad por otras personas es un acto simple que también une a las personas.
Cuando las personas, las comunidades o los países comparten el vínculo de la amistad entre sí, se incrementa la paz en el mundo.