“En todos nosotros”, escribió Alex Haley, autor de la popular novela Raíces (basada en su propia historia familiar), “hay un hambre medular de conocer nuestra historia, de saber quiénes somos y de dónde hemos venido”.
Esa “hambre” está creciendo por el mundo. La gente está descubriendo que para entender mejor quienes son, debe conocer las historias de los miembros de la familia que estuvieron antes que ellos. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están entre aquellos que tienen el deseo de conectarse de manera personal entre generaciones al investigar la historia de su familia, reuniendo historias personales escritas, preservando historias orales y grabando entrevistas de las experiencias de miembros de familias anteriores para beneficio de la posteridad.
Los mormones creen que la familia es ordenada por Dios. Ellos también creen que la familia es la unidad fundamental de la sociedad y el centro del plan de Dios para sus hijos. Esta creencia implica que los antiguos miembros de la iglesia compartan momentos en sus vidas, que cambien las de otros con sus hijos y nietos; quienes al escuchar y preservar estas experiencias, desarrollen un sentido más fuerte de familia y pertenencia. Con el conocimiento de los relatos de la fuerza sobre la adversidad los hijos y nietos están mejor equipados para superar la dificultad y los retos en sus propias vidas.
“Mientras contemplamos lo que aquellos que estuvieron antes tuvieron que pasar y que quizá también enfrentemos, mientras sintamos su fe y valor y sintamos su amor por nosotros y nuestro amor por ellos, nos damos cuenta de lo que es realmente importante”; dijo el Élder John H. Groberg en 1980 en Conferencia General de los Santos de los Últimos Días. “Nos damos cuenta que los supuestos problemas son todo lo que vemos cuando apartamos la vista de nuestra meta eterna”.
Los Santos de los Últimos Días se enfocan en la historia de su familia por otra razón –su creencia de que las familias pueden estar juntas después de esta vida-. Ellos investigan nombres y otra información para que las ceremonias y ritos sagrados puedan ser hechos en nombre de sus ancestros en los Templos de los Santos de los Últimos Días, ejerciendo así la fe de que ellos estarán ligados a sus seres queridos como una familia eterna.
La juventud mormona en el mundo se está interesando más en la búsqueda de historias personales e historias de sus miembros de familia.“No es coincidencia que FamilySearch y otras herramientas hayan llegado en un momento en que la juventud está muy involucradas con una amplia gama de información y tecnologías de la comunicación”. Dijo el Élder David A. Bednar, miembro del Quorum de los doce Apóstoles, uno de los cuerpos gobernantes más importantes de la iglesia.
Ejemplos de estas herramientas son el Árbol Familiar y Recuerdos, recientemente lanzadas por FamilySearch. Recuerdos permite a los usuarios subir fácilmente y manejar fotos familiares en línea y contar sus historias favoritas de sus ancestros. Con fotos, los rostros pueden ser identificados y ligados a sus respectivos ancestros y sus perfiles en Árbol Familiar del usuario, asegurando que serán accesibles para generaciones futuras. Las fotos e historias también pueden ser compartidas vía Facebook, twitter, google+, pinterest y correo electrónico.
Los Santos de los Últimos Días que han contemplado la modernización de las herramientas, comentan que una búsqueda que hoy nos lleva minutos, hace algunos años representaba meses, incluso años. Anteriormente las búsquedas eran por medio de los rollos de microfilm que contenían cientos de registros, por lo que había que buscar cuidadosamente uno por uno en la maquina lectora.
Temple Square is always beautiful in the springtime. Gardeners work to prepare the ground for General Conference. © 2012 Intellectual Reserve, Inc. All rights reserved. | 1 / 2 |
“Búscame”, me dijo mi abuela en un sueño y fui a San Miguel Coatlinchán, pueblo de donde es originaria mi familia materna; no encontré ningún rastro de ella sino hasta diez años después gracias al internet; comenta América Montero Hernández, quien luego de ese llamado se dedicó pacientemente a buscar a sus familiares.
“Ellos viven y existen”, cuenta América; "el descubrir las historias de vida de mis familiares me emocionaba tanto que cada que encontraba sus registros de fallecimiento lloraba como si los hubiera tenido en vida". Esa búsqueda intensa la llevó a estudiar, español antiguo, paleografía, que es la escritura antigua; así como registros eclesiásticos para poder descifrar los rollos de microfilm.
Hoy América ha registrado a más de 3000 nombres que forman parte de su historia familiar a través de nueve generaciones detrás de ella. “Aun me faltan por capturar” comenta, “esas experiencias me hincharon el corazón. Encontré a mi abuela. No lo podía creer. Después de más de diez años. También encontré a mis bisabuelos y encontré a mis tíos. Los encontré en internet”.