Líderes mundiales de La Sociedad de Socorro y las Mujeres Jóvenes visitaron el Hospital Simón Bolívar en Bogotá

Durante su visita a Colombia, la hermana Kristin M. Yee, segunda consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, y la hermana Rebecca L. Craven, segunda consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, visitaron la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar de Bogotá, acompañadas por el élder Jorge F. Zeballos, presidente del Área Sudamérica Noroeste, gracias a una donación de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Como parte de la gira que realizaron por los países del Área Sudamérica Noroeste, las hermanas Yee y Craven, junto con el élder Zeballos y su esposa, conocieron de primera mano el trabajo que realiza la Unidad de Quemados del Hospital Simón Bolívar. Allí fueron guiadas en su recorrido por la doctora Patricia Gutiérrez de Reyes, directora de la unidad, y de la doctora Liliana Vargas directora de la Subred del Norte, que incluye al Hospital Simón Bolívar.

En dicho nosocomio, La Iglesia donó recientemente 10 cunas pediátricas y de tres grameras pesa pañales a la Unidad de Quemados pediátricos como parte de una donación anterior recibida de de un calentador de líquidos, dos unidades de calentamiento de paciente, tres camillas para paciente quemado, tres electrocadiografos y catorce cuñetes de pintura.

De acuerdo con la doctora Reyes, la unidad de quemados inició operaciones hace unos 38 años y actualmente cuenta con 53 camas de cuidado intensivo e intermedio y 13 camas para niños, además de las utilizadas en cuidado intensivo. Esta unidad cuenta con alrededor de 150 profesionales prestando sus servicios para la recuperación de los pacientes, incluyendo cirujanos, médicos intensivistas, rehabilitadores, profesionales de la salud mental, etc. Mil pacientes son hospitalizados cada año y 40% de ellos son niños.

Las directivas del hospital hicieron gran énfasis en la necesidad que tiene el país de fortalecer la prevención de accidentes de quemaduras para evitar que los números sean tan altos. En Colombia, la primera razón por la que hay quemados es por líquidos hirvientes en la cocina, después por llamas, electricidad, robo de cables y en temporada de navidad, el uso de pólvora.

Durante el recorrido, las delegación saludó uno a uno a los pacientes hospitalizados en esta unidad, además de conocer las necesidades y la forma en que se utilizarán las donaciones de la Iglesia,  manifestaron su amor y el amor de Dios hacia las personas con las que tuvieron contacto.

La hermana Yee dijo "Vimos el amor de Dios manifestarse hacia los niños, vimos personas con el amor de Dios sirviendo a aquellos que han tenido heridas emocionales, físicas y psicológicas de muchas maneras. Él está cuidándolos a través de otros que tienen talentos, dones y ojos para ver sus necesidades. Hemos sido muy bendecidos al presenciar esto hoy y estamos agradecidos de poder servir como Iglesia a los débiles. Es importante que trabajemos con nuestros amigos porque nosotros en la Iglesia de Jesucristo no podemos hacer esto solos, demos hacerlo con otros. El Señor está inspirando a muchos, alrededor de la tierra, para hacer este trabajo también. Es importante reconocer esto y trabajar juntos para bendecir a todos los hijos de Dios que podamos y que ellos sientan el amor de Dios. Esa es la base común, que sintamos el amor de Dios juntos y nos reconozcamos como hijos de Dios".

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Después de realizar el recorrido y ver en funcionamiento los equipos donados por la Iglesia de Jesucristo, el élder Zeballos dijo: "Acabamos de realizar una donación al Hospital Simón Bolívar, a la unidad pediátrica de quemados y ha sido una experiencia magnífica. Yo creo que tiene un gran componente espiritual incluso. Al ver a los niños en recuperación, siendo tratados con tanto amor por el equipo profesional de hospital. Es un gusto poder participar de alguna manera a través de una donación. Nos ha dejado tremendamente felices la elección que se ha hecho de beneficiar a este a este hospital con donación de cunas pediátricas para quemados y de otros elementos que para ellos son tan valiosos, así que nos vamos del Hospital Simón Bolívar pensando desde ya en otras maneras de ayudar". En nombre de la Iglesia de Jesucristo, el élder Zeballos recibió un certificado de agradecimiento por la labor humanitaria y específicamente por la donación a esta Unidad.

Por su parte, la hermana Craven declaró: "Me sorprende la bondad de las personas alrededor del mundo. Cada vez que hacemos algo para ayudar a alguien es como ser las manos del Salvador y es cuando tenemos la oportunidad de participar en este gran recogimiento de Israel, al ayudar físicamente a las personas a sanar, a sentir el amor de Dios, a sentir que alguien les ama y que pertenecen a esta gran familia del Padre Celestial. Me encanta ver a los demás servir, dando de sus corazones. No debería decir que estoy asombrada o sorprendida cuando veo que eso sucede, porque eso es lo que nos comprometemos a hacer, pero realmente es conmovedor. Mi alma es inspirada al ver a otros cumplir los convenios, tratando de ser más como el Salvador Jesucristo, abriendo sus ojos a ver las necesidades de los demás y no dudando en ayudar y servir, levantando el alma de otros, levantando el corazón de otros".

En diferentes ocasiones, los médicos, funcionarios y las directivas del hospital, reiteraron su agradecimiento a la Iglesia de Jesucristo por el apoyo a la labor que realizan. La Iglesia de Jesucristo realiza alianzas y apoya organizaciones de la comunidad para llevar ayuda a las personas que más lo necesitan. El propósito de esta labor es seguir las enseñanzas de Jesucristo, de ayudar a Sus hijos más necesitados y ayudarles a sentir el amor de Dios en sus vidas.